Aunque hace apenas unos años la estabilidad laboral era sinónimo de tener un empleo fijo, esta situación se ha convertido en poco menos que una utopía. De ahí la importancia de re-inventarnos y llegar a ser profesionales casi perfectos. ¿Sabes cómo conseguirlo?
Formación, idiomas, liderazgo y habilidades para trabajar en equipo, flexibilidad, disponibilidad para viajar… seguro que a nuestros padres les hubiera parecido una locura reunir en un solo curriculum vitae tantas habilidades y destrezas. Pues bien: a pesar de todo, estas virtudes han dejado de ser un valor añadido para convertirse en una condición indispensable para trabajar.
Ahora, nuestra estabilidad laboral depende en buena medida de nosotros mismos. Debido a la celeridad con la que cambian los modelos de negocio, los tiempos de permanencia se acortan y surgen nuevos valores hasta hace poco casi desconocidos, como el compromiso con la empresa. Ahora, difícilmente encontraremos a alguien que se jubile en su primer trabajo.
¿Complicado? En realidad, dependerá de nuestra dedicación y esfuerzo. A continuación, te indicamos los factores que no debes pasar por alto.
1. Capacidad de negociación. Cada vez más, las empresas tienden a seleccionar profesionales con destreza suficiente para alcanzar acuerdos beneficiosos y mejorar las condiciones coste-beneficio. Además, ser un buen mediador es una competencia interesante para aquellos que deben liderar equipos de trabajo formados por personas de diversos perfiles, departamentos o empresas.
3. Innovación. En relación con el punto anterior, ser capaces de detectar nuevas necesidades de mercado y responder a ellas con soluciones imaginativas es uno de los aspectos más codiciados por cualquier organización.
4. Aprendizaje. Este rasgo no sólo tiene que ver con nuestra habilidad para adquirir y aplicar nuevos conocimientos en tiempo récord, sino también por una apuesta por la formación continuada a lo largo de nuestra vida profesional. Los cursos de actualización y especialización deben convertirse en uno de los compañeros de viaje para cualquier empleado.
5. Flexibilidad. En los últimos tiempos, la adaptabilidad se ha convertido en uno de los rasgos más demandados por las empresas. Esta característica no sólo hace referencia a la capacidad de un profesional de asimilar un cambio de rol o de funciones dentro de la empresa, sino también otro tipo de cambios, como horarios, desplazamientos o filosofía empresarial.
6. Perfil internacional. Esta etiqueta hace referencia a la capacidad de trabajar en entornos multiculturales, ya sea por lo que respecta a la plantilla o en relación con los clientes. De ahí la importancia de saber idiomas (además del inglés, que muchas empresas ya dan por descontado) o haber residido o trabajado en el extranjero. Con profesionales que respondan a esta descripción, las compañías serán mucho más competitivas y podrán abrirse a muchos más mercados.
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Información publicada en: http://www.quecursar.com
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Estas características deben ser identificadas muy objetivamente, es decir de acuerdo al perfil profesional de cada trabajador. No intentar botar por la borda la experiencia construida a punta de sacrificio y trabajo. Cada aspecto debe ser evaluado respecto a tu mercado laboral, pero a la vez aceptar que realmente debes cambiar, que así es el mercado laboral actual. Requiere de iniciativa, de planificación e inversión monetaria, mejor aún, de orientación profesional.
ResponderEliminarTodavía, existen empresas que en su seno se percibe un ambiente innovador y de competencia, pero otra es la realidad, en el resultado de evaluaciones de personal e indicadores de gestión.
Estas seis virtudes son un verdadero éxito, cuando la dirección empresarial entienda que es una inversión a la cual deben apostar.