Debido a la escasez de oportunidades laborales, cada vez aumenta más el número de aspirantes que se inscriben en las poquísimas ofertas de trabajo disponibles. Ahora bien, ¿cómo destacar en mitad de este alud de solicitudes? Sin duda, una buena carta de presentación puede ser la clave del éxito. ¿Sabes cómo conseguirla?
Aunque solemos pasarla por alto para concentrar todos nuestros esfuerzos en el curriculum, esto nos resta posibilidades de superar la primera criba en un proceso de selección. Este documento es fundamental: no sólo denota interés por el puesto de trabajo por parte de quien la envía, sino que es un método muy efectivo para diferenciarnos del resto de los candidatos.
De todos modos, la carta de presentación suele ser un arma de doble filo: si no consigue captar la atención del destinatario a simple vista o tras leer las primeras líneas, es posible que seamos descartados automáticamente del proceso de selección.
Aunque no existen fórmulas infalibles para preparar tu carta, nunca hay que perder de vista la regla de las tres P. Es decir, nuestra misiva debe ser profesional, potente y con personalidad. Y para ello, nada mejor que aparcar los tópicos y ser nosotros mismos, pero con convicción y con un toque de originalidad.
Consigue una carta de presentación que enganche
A continuación, toma nota de algunos consejos que pueden ayudarte a escribir una buena carta de presentación.
Elige una frase con gancho. Al comenzar tu carta, resume en un par de frases todo lo que puedes aportar a la empresa, con cierta gracia y de manera original, con el objetivo de que el destinatario de la misiva siga leyendo. ¡Si lo consigues, es posible que tengas un pie en la entrevista personal!
Destaca tus logros. No dudes en subrayar tus habilidades y lo que has conseguido en el terreno profesional. Evita agradecer la oportunidad profesional de entrada: destaca directamente este punto.
Define tus metas. Es importante que dejes claros cuáles son tus planteamientos y hasta dónde quieres llegar. Asimismo, es importante que vincules tus retos personales o los del sector profesional o la empresa en que quieres trabajar. Muéstrate proactivo/a, con ganas de ponerte manos a la obra cuanto antes.
Explica por qué eres la mejor opción. Sin duda, hay un ejército de candidatos con formación y bien preparados. La clave para que nos contraten, por lo tanto, no radica en ser bueno, sino en ser el aspirante más apto o, por lo menos, la persona más adecuada para el puesto. Especifica qué te diferencia del resto de aspirantes y, sin caer en la arrogancia, subraya tus cualidades para la vacante ofertada. ¡Deja tu huella personal!
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Información publicada en: http://www.quecursar.com/
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