Como sabes, la primera impresión es fundamental, y más en una entrevista de trabajo, donde te juegas mucho en pocos minutos. La forma en que te desenvuelvas y el modo de responder a las cuestiones que te plantean serán claves a la hora decidir si te contratan o no.
Por lo general, todas las entrevistas incluyen preguntas con las que se persigue ver si existe una adecuación del postulante con el puesto ofertado, más allá de la formación académica y la experiencia profesional. Lo que se pretende es conocer un poco más al candidato e indagar en las competencias que se demandan para el puesto.
Los expertos nos dan una serie de pautas que debemos seguir para hacernos con el trabajo al que estamos postulando. Para empezar, hacen mucho hincapié en que no se debe mentir y que siempre que se acuda a una entrevista de trabajo, es importante habérsela preparado previamente.
Hay que trabajar con antelación la entrevista de trabajo poniendo especial atención en todo lo que podrás aportar al puesto y siendo consciente de que el reclutador basará la entrevista en cuatro bloques: aspectos personales; formativos; experiencia laboral y descripción de empleos.
Además, debes tener claro que existen varios errores generales que debes evitar: No debes llevar la iniciativa, no preguntes qué tal lo estás haciendo, no pierdas las formas ni preguntes cuánto va a durar la entrevista por supuesto, olvídate de criticar a compañeros y jefes de otras empresas en las que hayas trabajado.
Respecto a las preguntas a las que tendrás que enfrentarte, aquí te dejamos algunos ejemplos, y las pautas que debes seguir para que puedas salir airoso y causar una buena impresión:
1. ¿Por qué estudiaste esa carrera?
Con esta pregunta, los responsables del proceso de selección buscan testar tu capacidad para tomar decisiones. Así que evita respuestas tipo “no me daba la nota para otra cosa”, “porque era lo que mis padres querían que estudiase” o “porque fue lo que eligieron la mayoría de mis amigos”.
Quédate con esto: nunca debes criticar negativamente a tus anteriores jefes ni a las empresas de las que has formado parte. Procura mantener una actitud constructiva y cuando hables de los inconvenientes, enfócalos como aprendizajes. La idea es que transmitas profesionalidad y que eres consciente de que no todo es bueno al 100% pero que lo asumes como parte de las responsabilidades del puesto.
3. ¿Cómo se definiría? o ¿Cuáles son sus cualidades y/o defectos?
En una entrevista de trabajo siempre te van a preguntar por tus aspectos positivos y negativos, así que es conveniente que vengas de casa con una idea de lo que vas a contestar. Te ayudará saber que lo más recomendable es que enfoques tus puntos débiles como áreas de mejora e intentar encontrarles siempre un punto positivo, por ejemplo, “en ocasiones soy demasiado exigente conmigo mismo y con mi equipo, pero es porque creo que las cosas, si se hacen, hay que hacerlas lo mejor posible”.
4. ¿Qué conoce sobre nuestra empresa?
Con esta pregunta se mide la planificación, el análisis del detalle y la orientación comercial. Por ello, debes realizar un análisis previo de la empresa por la que vas a ser entrevistado. Si llegas allí y respondes que no conoces nada de la corporación, te aseguramos que tus posibilidades de hacerte con el puesto se verán considerablemente mermadas.
5. ¿Por qué eres la persona idónea para el puesto? ¿Qué puedes aportarnos?
Esta pregunta está pensada para señalar las aportaciones diferenciales de cada uno. Hay que responder desde la sinceridad y la humildad e intentando no menospreciar al resto de candidatos aunque sean competencia. Por otro lado, debes poner en valor los aspectos profesionales y las experiencias laborales anteriores para ejemplificar todo lo que se puede aportar.
6. ¿Prefieres trabajar sólo o en equipo?
Aquí vuelve a ser importante lo que sepas de la empresa y del trabajo que tendrás que desarrollar si entras en plantilla pero, en general, cada vez se valora más la capacidad de trabajar en equipo.
7. ¿Cómo actúas ante un problema laboral?
Seguramente el entrevistador te pedirá que pongas algún ejemplo y digas como saliste airoso de la confrontación. Por ello, se debe explicar la situación específica y ceñirnos a ese momento, cómo lo vivimos, cómo lo resolvimos y qué aprendimos de la situación. “Se aconseja tener alguna situación pensada porque es una pregunta frecuente”. En este caso, la pregunta trata de investigar “la capacidad resolutiva, cómo afrontar el estrés y la tolerancia a la frustración”.
8. ¿Por qué quieres cambiar de trabajo?
Cuidado con esta pregunta. Y volvemos a lo mismo, nunca se debe criticar la empresa actual. Lo ideal es que argumentes que quieres seguir desarrollándote profesionalmente y que en el lugar donde estás ahora mismo, ya has tocado techo. También puedes explicar que te interesa conocer otros sectores. Sin embargo, conviene evitar alegar cuestiones económicas o de cercanía al domicilio.
9. ¿Cómo te ves dentro de cinco años?
Con esta pregunta, los responsables de recursos humanos pretenden indagar sobre tus planes de futuro y hacerse una idea de si tu incorporación sería estable. Ten en cuenta que cuando se incorporan nuevos empleados, las empresas tienen que invertir en formación y no resulta rentable si los nuevos trabajadores tienen intención de irse de la compañía a corto plazo. Cuanta más estabilidad transmitas, mejor.
10. ¿Tienes alguna pregunta?
Lo mejor es llevar alguna cuestión ya preparada que denote interés e inquietud por el trabajo. Por ejemplo: ¿cuáles son los siguientes pasos del proceso de selección? En cambio, los expertos recomiendan no preguntar por el salario, al menos en el primer encuentro.
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Información publicada en: http://empleo.universiablogs.net
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Excelentes recomendaciones...
ResponderEliminaren especial, porque hubo algunas cosas que hice en mi antigua entrevista de trabajo y que no son recomendables..
Gracias :D