Las tres claves para aprender inglés

¿Cuántas veces te has planteado estudiar la lengua de Shakespeare? Sin duda, es posible que lo hayas intentado en más de una ocasión, pero que  los resultados no hayan sido los que tú esperabas. Si es así, no tires la toalla: un experto te da las pistas para que esta vez no falles.

No nos engañemos: si por algo destacamos en nuestro país no es precisamente por nuestro dominio del inglés: más bien, todo lo contrario. De todos modos, eso no es excusa para apartar los libros y renunciar a una competencia fundamental, tanto en el ámbito profesional como en el día a día. ¿Acaso prescindiríamos de las computadoras porque se nos cansa la vista ante la pantalla? Sin el inglés, definitivamente, cualquiera irá a la deriva.

Además, la situación del mercado laboral no es la mejor para hacer experimentos o permitirse el lujo de no hablar este idioma. Hay tan pocas ofertas de trabajo que difícilmente podremos seguir adelante en un proceso de selección sin el inglés. Ahora, dominarlo ya no es un valor añadido, sino una obligación.

Por lo tanto, no nos queda otro remedio que sacudirnos la pereza, remangarnos e intentar aprobar nuestra eterna asignatura pendiente. Según el experto Richard Vaughan, director ejecutivo de Vaughan Systems, éstos son los tres pilares para dominar el inglés:

1. Ejercitar el oído. Es indispensable acostumbrarnos al inglés nativo. Y para ello, nada mejor que escuchar esta lengua el mayor tiempo posible. No es necesario que prestemos la máxima atención: basta con oírla de manera pasiva, como si de un hilo musical se tratara, aunque no tengamos el nivel necesario para entender todo lo que se dice. Sin habituarnos al inglés oral, será muy difícil asimilar el resto de los aspectos de la lengua. La televisión, la radio, los recursos en Internet… Todo vale para irnos familiarizando con él.

2. Dominar la gramática más sencilla. Según Vaughan, las normas fundamentales de gramática representan el 80% de nuestras conversaciones. Saber utilizarla con fluidez nos abrirá las puertas a incorporar más vocabulario y estructuras gramaticales más complejas en lo sucesivo.

3. Ganar confianza al hablar. No tengas miedo a equivocarte: es preferible dar patadas al diccionario y hacerte entender que permanecer en silencio. Cualquier hablante valorará el esfuerzo que está realizando al hablar su idioma. Cuando veas que puedas establecer una comunicación efectiva a pesar de los errores, ganarás en seguridad y te lanzarás a hablar. Recuerda que lo importante no es hacerlo perfecto, sino intentarlo.

Para mejorar en estos tres aspectos, nada mejor que cursos de idiomas a manos de expertos. Y si estás trabajando y no puedes ir a clase, no te preocupes: existen opciones que te permitirán practicar estas y otras competencias a tu ritmo, desde tu propia casa y con todos los recursos necesarios para interactuar con otros alumnos y con tu propio profesor.

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Información publicada en: http://www.quecursar.com

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