Dirigir un negocio puede ser una montaña rusa de emociones, y es fácil quedarse atrapado entre las preocupaciones sobre el futuro o las frustraciones del pasado. La meditación ayuda a concentrarse en el presente, lo cual facilita al emprendedor enfrentarse mejor a cualquier situación y a tener un estilo de vida más equilibrado.
La meditación también disminuye la ansiedad y el desgaste. Al entrenarte a estar en el momento, puedes desarrollar la paciencia, resolver problemas de una forma más calmada y a tratarte mejor a ti mismo y a los demás cuando las cosas salen mal.
El proceso de meditación es sencillo: Siéntate derecho en una posición cómoda en tu escritorio, sillón o piso y establece un temporizador por 10 minutos. Fija tu vista en un punto a no más de un metro de distancia y enfócate en tu respiración. Conforme vayan surgiendo los pensamientos, adviértelos y déjalos ir.
El reto se encuentra en convertir este ejercicio en una disciplina diaria, así como en estar dispuesto a trabajar en tus hábitos y conductas negativas. Debes ser muy generoso contigo; los obstáculos y frustraciones llegan, pero gritarte mentalmente resulta contraproducente.
Los beneficios de meditar podrían parecer demasiado sutiles en un comienzo, pero practicarla regularmente puede ayudarte de tres formas en tu espacio laboral:
1. Terminar con pensamientos poco productivos
Las personas tendemos a obsesionarnos con temas comunes, como frustraciones acerca de un colega, preocupaciones sobre futuras presentaciones o arrepentimientos de conductas pasadas.
Este tipo de pensamientos se convierten en distracciones habituales, lo que afecta las relaciones y toma de decisiones. La meditación es una herramienta de entrenamiento que te ayuda a hacerte familiar con los pensamientos que se repiten constantemente. Para romper con estos patrones durante la jornada laboral, es recomendable tomarte un pequeño descanso cada hora.
En éste, deja de ver la pantalla de tu computadora y enfócate en tu respiración, notando los pensamientos que surgen y dejándolos ir. Al hacer esto, iniciarás cada hora con un nuevo punto de vista, lo cual ayuda a mantenerte concentrado.
La meditación es un proceso de aprender quién eres, qué quieres ser y cómo llegar a ello. Identificar los patrones de pensamiento durante la meditación te permite estar consciente de tus hábitos, lo que te ayuda a elegir cuáles conservar y cuáles dejar ir. Esta consciencia facilita establecer intenciones claras del impacto que quieres tener.
Para añadirle valor al mundo a través de tu trabajo, debes desarrollar tus metas de negocio y practicar las cualidades que intentas cultivar. Por ejemplo, si quieres ser generoso, pregúntate qué significa crear un negocio basado en la generosidad y qué acciones necesitas realizar diariamente para ser un líder generoso.
Los valores que elijas deben ser evidentes en tus productos, negocio y cultura empresarial.
3. Confiar en tu sabiduría innata
Los budistas creen que todo ser humano tiene una sabiduría innata, que básicamente es la esencia de quién eres. Es la raíz de los instintos, la creatividad e inspiración. Cuando una idea se te ocurre, ésa es tu sabiduría innata trabajando.
La meditación te permite acceder a esa sabiduría por medio de estar en el presente. Mientras practicas este ejercicio, identifica los momentos en tu día en los que te sentiste bien y genuino; ésos son los que expresan tu sabiduría innata. Recuerda que toma tiempo antes de sentirte completamente auténtico. La meditación no es un paso rápido para alcanzar esta autenticidad, pero sí uno seguro.
¿Te gustó este artículo? ¡Compártelo!
Información publicada en: http://www.soyentrepreneur.com
Una gran oportunidad de empleo te puede estar buscando en www.clasificadoseluniversal.com/empleos ... no la dejes pasar!
No hay comentarios:
Publicar un comentario