Los 5 errores más comunes en una entrevista de trabajo

Aunque no es la primera vez que nos referimos a las equivocaciones más frecuentes en las entrevistas laborales, nunca está de más repasar las que acostumbran a ser la bestia negra de cualquier candidato a un empleo.

Son un clásico entre los clásicos. 

Entre otras cosas, porque es muy fácil caer en la trampa, ya que se trata de situaciones aparentemente inofensivas. Puede parecer que las tenemos controladas, pero no es así. Para que no eches a perder ninguna entrevista de trabajo, aquí te traemos los errores más frecuentes en los procesos de selección.

Descuidar tu aspecto. 

Dar una buena imagen personal es fundamental. ¡Recuerda que nunca hay una segunda oportunidad para una primera impresión! Por eso, debes presentarte a la entrevista aseado y correctamente vestido. No hace falta ir demasiado formal si el puesto no lo exige. Eso sí: es muy importante que te sientas cómodo con tu indumentaria. Incluso, si se trata de una empresa que apuesta por la innovación, es recomendable no presentarte con ropa demasiado clásica. Huye también de adornos o joyas demasiado llamativos, ya que eso puede distraer la atención del entrevistador.

El sueldo, ese tema tabú. 

Los seleccionadores saben perfectamente que nadie trabaja por amor al arte, y que el salario es una de las principales motivaciones a la hora de elegir un empleo. Por eso, evita ser el/la primero/a en sacar el tema. Y si la empresa te pregunta por tus expectativas, puedes decirle cuál es tu nivel salarial actual, o bien informarte acerca de lo que se suele ofrecer en vacantes similares a la que optas. De todos modos, es recomendable dejar claro que eres flexible y que estás abierto/a a escuchar la oferta de la empresa y a negociarla.

Limítate a responder a las preguntas que te formulen.

Si eres demasiado despistado o hablador, es probable que el seleccionador se lleve una mala impresión de ti. Evita también explicar experiencias profesionales que no estén ligadas al trabajo al que aspiras.

Dejar de preguntar. 

Exponer tus inquietudes es la mejor manera de demostrar tu interés por el puesto. Procura combinar dudas sobre la propia empresa (por ejemplo, objetivos, nuevos proyectos que no sean los que figuran en su página web, etc.) con preguntas relacionadas con el empleo que te interesa. Eso sí: no saques a colación el tema del dinero y de la otra cuestión espinosa por excelencia: las vacaciones. En cuanto al horario, tendrás que ser muy cauto/a. A no ser que tengas cargas familiares u otros compromisos (cursos, programas de formación, etc.), no debes dar la sensación de que esta cuestión es esencial para ti.

No explicar cómo puede ayudarte ocupar la plaza a la que aspiras. 

Deja claro al entrevistador qué beneficios profesionales y personales te aportará ser el candidato/a escogido/a, y cómo encaja esta vacante en tu plan de carrera.

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