Si bien la preparación de un plan de negocios no garantiza el éxito de una empresa ni la obtención de inversiones y apoyos, ten por seguro que su ausencia aumenta considerablemente las posibilidades de fracaso.
Muchos buenos proyectos no alcanzaron el éxito porque nadie confió en ellos. Por muchas razones. Desde mala información financiera hasta una errónea estimación de los clientes potenciales. Si estás a punto de iniciar tu empresa, saca de la cabeza los prejuicios que te impiden enfrentarte a la escritura de un poderoso plan de negocios.
Para empezar, descarta estos siete mitos.
1. Lo más importante es la idea
Por regla general, una buena idea puede originar una gran empresa. Sin embargo, no siempre es así. Y la razón es sencilla: el emprendedor no es capaz de crear un proyecto sustentable en el tiempo. ¿Cómo evitarlo? Diseña y escribe un plan de negocios que actúe como un mapa que te ayude a guiar tu negocio. Por ello es clave que reúna toda la información necesaria para evaluar el proyecto y los lineamientos generales para ponerlo en marcha.
2. Es difícil de hacer
Un buen plan de negocios debe ser capaz de explicar correctamente el proyecto, ayudar al emprendedor a ordenar la operación y convencer al público objetivo que está frente a una gran oportunidad. Esto no significa, para nada, que deba escribirse o presentarse en forma tan compleja y técnica que nadie sea capaz de entenderlo. Si el negocio es pequeño, pueden bastarte 10 páginas.
3. Es aburrido
Un plan de negocios puede ser tan largo y aburrido como tú quieras. ¡Todo depende de ti! Si estás entusiasmado con el proyecto, entonces traspasa esta energía positiva al documento. Recuerda que tú serás, al menos durante los primeros años, el alma de la empresa. Busca una estructura sencilla y sobre todo clara para explicar cada punto en forma precisa y concisa.
Tener toda la información en la cabeza no es suficiente. Escribir el plan no sólo te ayudará a ordenar tus ideas, si no a tener un mapa público que ayude a toda tu empresa a seguir un plan definido. Hacerlo, además, te permitirá tener una mayor conciencia, no sólo sobre tu negocio, sino sobre tu desempeño como empresario. Después de todo, una vez que hayas puesto tu plan por escrito te verás obligado a seguirlo cabalmente o, si no, a inventar una buena razón para hacer las cosas de un modo distinto.
5. Sólo se escribe una vez
Escribir un plan de negocios no es un asunto de una sola vez en la vida. Muy por el contrario, debe convertirse en una herramienta que te serva para dirigir tu empresa todos los días. Si quieres un préstamo o buscar socios, aún en el año de operación N° 10, tendrás que tener un plan de negocios. Recuerda considerar una proyección a futuro de por lo menos tres a cinco años. Si es posible, actualiza tu mapa una vez al año.
6. Pueden robarte la idea
Es cierto que muchos emprendedores están a la caza de buenas ideas para copiarlas y replicarlas en sus negocios. Sólo recuerda que tener una buena idea no es sinónimo de éxito. Necesitas muchas otras cosas, entre ellas, un buen plan de negocios. No tengas miedo a compartir tu visión. Sólo preocúpate de hacerlo con las personas correctas y tampoco transformes tu plan en un folleto de promoción.
7. Sólo tú sabes cómo hacerlo
Esto equivale a pensar que nadie más puede entender esa brillante idea que sólo tú eres capaz de comprender, explicar y llevar a cabo. Esta posición no sólo alejará inversionistas y socios potenciales, sino que limitará cualquier intento de crecimiento. En muchos negocios no sólo debes saber hacer algo, sino conocer en detalle cómo empaquetarlo, promoverlo y distribuirlo. El plan de negocios es la mejor prueba de que eres capaz de organizar y comunicar una visión de empresa.
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Información publicada en: http://www.soyentrepreneur.com
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