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Supera tu entrevista de trabajo con éxito

1. La entrevista de trabajo. ¿Cuál es su objetivo?

Desde el punto de vista de la empresa, los objetivos principales de la entrevista de trabajo son:

Conseguir información directa y auténtica sobre tu trayectoria profesional y personalidad. Necesitan contrastar y completar los datos de un currículum que ya es apto para ese puesto de trabajo.

Averiguar la adecuación de tu perfil a la empresa y al puesto ofertado. Se trata de averiguar si tienes los conocimientos, experiencia, habilidades, actitudes y motivación necesarios para encajar en la empresa y el puesto.

Desde tu punto de vista, los objetivos principales de la entrevista son:

Conseguir información directa y auténtica sobre la empresa y el puesto que ofrecen. Necesitas contrastar y completar la información que has podido obtener a través del anuncio u otras fuentes.

Continuar en el proceso de selección, es decir demostrar tu adecuación al puesto. Debes demostrar al entrevistador que posees los conocimientos, experiencia, habilidades, actitudes y motivación que busca la empresa para este puesto.

2. Tipos de entrevista de trabajo

Te damos a conocer a qué tipo de entrevista te puedes enfrentar y sus principales características.

Entrevista personal

Es un diálogo directo entre el entrevistador y entrevistado. El entrevistador dirige la conversación e intenta entresacar la máxima información posible del candidato. Te preguntará por tu currículum, experiencias, habilidades, aficiones e intentará ponerte en situaciones reales para estudiar tus reacciones. En ocasiones puede haber más de un entrevistador, con el fin de tener más de un punto de vista a la hora de elegir el candidato final.


A su vez, una entrevista personal puede ser:

Estructurada (dirigida)

El entrevistador dirige la conversación y hace las preguntas al candidato siguiendo un cuestionario o guión. El entrevistador formulará las mismas preguntas a todos los candidatos. Se recomienda contestar a las preguntas aportando aquella información que se pide, con claridad y brevedad.

No estructurada (libre)

El entrevistador te dará la iniciativa a ti, y deberás desenvolverte por tu cuenta. El entrevistador podría empezar con la pregunta: "Háblame de ti", y luego seguir con preguntas generales, que surgen en función del desarrollo de la conversación.

Lo más aconsejable es empezar siguiendo el guión de tu historial profesional. También puedes preguntar si está interesado en conocer algo en particular. Aprovecha para llevar la conversación a los puntos fuertes que deseas destacar en relación con el puesto ofertado.

Semi-estructurada (mixta)

Es una combinación de las dos anteriores. El entrevistador utilizará preguntas directas para conseguir informaciones precisas sobre ti, y preguntas indirectas para sondearte respecto a tus motivaciones. Intenta seguir un orden discursivo, sé conciso e intenta relacionar tus respuestas y comentarios con las exigencias del puesto al que optas.

Entrevista de grupo o colectiva (dinámica de grupo)

Se reúne un grupo de varios candidatos, generalmente hasta 10, y se plantea una situación a resolver entre los participantes. Es una técnica para conocer las habilidades y la personalidad de un candidato en un equipo de trabajo y en su relación con los demás. El evaluador observará y evaluará aspectos como el grado de participación, la capacidad de liderazgo y comunicación, la iniciativa, la capacidad de relación.

Es conveniente participar sin monopolizar la discusión ni polemizar en exceso, centrarse en el tema y escuchar otros puntos de vista. Ante una entrevista de este tipo debes tener en cuenta las respuestas de los otros candidatos, no criticar las respuestas y opiniones de los demás, y no sentirte intimidado por la situación.

Si necesitas más información sobre las dinámicas de grupo, te recomendamos visitar Assessment center y dinámicas de grupo

3. Tipos de entrevistador

Intenta averiguar quién será tu interlocutor y prepara la entrevista en consecuencia.

Entrevista de trabajo con una empresa de selección
Te entrevistará un experto en técnicas de entrevista, en muchos casos será psicólogo de formación.

Generalmente no está capacitado para saber si tu perfil técnico es el idóneo para ocupar el puesto al que aspiras. Su principal objetivo es detectar si tu formación, personalidad y motivación coinciden con el retrato que le pide la empresa.

La entrevista girará básicamente en torno a datos de tu personalidad y competencias. En esas entrevistas, tu actitud (reacciones, comportamiento...), motivación y lenguaje no verbal son de especial importancia.

Entrevista de trabajo con un responsable de recursos humanos de la empresa
Estos entrevistadores tienen generalmente conocimientos en técnicas de entrevista, conocen bastante bien el perfil del puesto ofrecido, y además tienen un amplio conocimiento de la cultura empresarial.

Además de interesarse por tu formación, capacitación técnica, personalidad y motivación, van a tratar de predecir tu capacidad de integración en la empresa y tu compatibilidad con tu jefe y compañeros de trabajo.

Suele ser la entrevista más completa que puedes llegar a realizar. En ella, tienes que vigilar todos los aspectos.

Entrevista con un técnico de la empresa

Si pasas la entrevista con la empresa de selección o el responsable de recursos humanos de la empresa, lo normal es que posteriormente te entreviste un técnico de la propia empresa, probablemente con la persona que será tu jefe directo.

Estos entrevistadores no son expertos en técnicas de entrevista. Evaluarán si eres un buen profesional para el puesto ofrecido y si se van a sentir a gusto trabajando contigo. Te harán preguntas de contenido técnico en relación con el trabajo en cuestión. Se centrarán en averiguar tu capacidad de trabajo y si les "caes bien".

Debes incidir en tu capacidad para realizar el trabajo ofrecido y en tu motivación para incorporarte a su departamento.

4. Antes de la entrevista de trabajo

Dada la importancia de una entrevista de trabajo, es mejor no improvisar y acudir a ella con una preparación previa para ofrecer lo mejor de ti.

Tu currículum

Repasa tu currículum, en muchos casos comenzarán comprobando si lo que hay escrito es cierto. Has de ser capaz de explicar de manera convincente cada uno de los puntos que en él aparecen.

Infórmate al máximo sobre la empresa y el puesto de trabajo ofertado.

¿A quién pertenece? ¿En qué sector trabaja? ¿A qué se dedica? ¿Cuáles son sus líneas de negocio? ¿Qué productos o servicios comercializa? ¿En qué ámbito geográfico? ¿Quiénes son sus clientes importantes? ¿Tiene proyectos de expansión? ¿Cuál es su cultura corporativa y política de personal (que valores tratan de trasmitir y fomentar entre sus empleados)?

¿Qué puesto se trata de cubrir? ¿Cuáles serán sus principales funciones? ¿Qué características profesionales y personales debería poseer la persona que desempeñará el trabajo? ¿Con quién trabajará?

Una serie de datos que se pueden obtener a través de Internet, de la propia página web de la empresa, tiendas de la empresa, folletos comerciales, prensa, amigos que conocen bien la empresa...

Si sabes con mayor precisión lo que están buscando, mejor podrás adecuar tus respuestas y comentarios a lo que el entrevistador quiere oír. Te permitirá preparar un listado de argumentos claves que te interese resaltar.

Preguntas del entrevistador

Piensa en las posibles preguntas que el entrevistador pueda formularte durante la entrevista e intenta darles respuesta ofreciendo tu mejor imagen.

En Las preguntas más comunes en una entrevista de trabajo te hemos preparado un listado de preguntas recurrentes en entrevistas de trabajo.

Tus preguntas

El entrevistador desconfiará de una persona que no tiene nada de iniciativa en una entrevista. Te medirá por tus respuestas pero también por tus preguntas.

Haz preguntas referentes a la empresa y el puesto. Demuestra interés por el trabajo, acude a la entrevista con todas tus preguntas o dudas preparadas en una libreta. En Prepara tus preguntas te guiamos con las preguntas que debes o puedes formular.

5. El día de la entrevista de trabajo

Ser puntal

Asegúrate del lugar y de la hora de la entrevista. Si no estás seguro de cómo llegar al lugar de la entrevista, haz un viaje de prueba o prevé un margen de tiempo lo suficientemente amplio para asegurar que llegarás a tiempo.

Si por un motivo imprevisto vas a llegar tarde, comunícaselo cuanto antes a la persona que te va a entrevistar. Procura llevar un teléfono móvil para estas situaciones.

Tu vestimenta

Cuida tu manera de vestir e higiene personal. Viste de manera correcta, de acuerdo con tu personalidad y el puesto al que aspiras.

Por regla general, es recomendable presentarte con una imagen formal. Los accesorios deben reducirse al mínimo, el maquillaje y perfumes deben utilizarse con moderación.

Evita los extremos y símbolos. El entrevistador puede ser en contra. Lo importante es que el entrevistador se fije en lo que le digas y no en tu vestimenta.

Material

Lleva a la entrevista el material que te puedan solicitar o que puedas necesitar:

Una copia de tu currículum vitae. La podrás utilizar como "chuleta" o dejarla al entrevistador si el formato del currículum que ha recibido no es muy claro.

Un bloc y bolígrafo para tomar notas. Pide primero al entrevistador si puedes tomar algunas notas. Normalmente, el hecho de que el entrevistador te vea tomar notas le causará una buena impresión, ya que entenderá que te interesas realmente por el puesto. También podrás apuntar dudas o preguntas que querrás formular al final de la entrevista.
Títulos formativos, certificados, un dossier con trabajos publicados, antiguos contratos, referencias... Podrás aportarlos en ese mismo momento si el entrevistador así lo requiere.

6. Durante la entrevista de trabajo: desarrollo y consejos generales

La entrevista de trabajo en sí comienza en el momento en el que se entra por la puerta de la empresa. Observa el ambiente de trabajo (si la entrevista se realiza en la propia empresa) y relájate.

Saludo

Saluda a la persona que te va a entrevistar por su nombre, si se conoce, y agradécele que te haya recibido, mirándole a los ojos y estrechándole la mano de manera franca y segura. Recuerda que la primera impresión es decisiva.

Una vez a solas con el entrevistador, éste ofrecerá un breve resumen acerca de la empresa y del puesto vacante. Posteriormente, comenzará la evaluación de tu candidatura.

Evaluación de tu candidatura

Deberás aportar información sobre los trabajos que hayas podido tener. Al entrevistador le interesará saber, además de las funciones que has desarrollado, los conocimientos que te han proporcionado tus experiencias laborales. Trata de hablar sobre logros y resultados conseguidos en vez de limitarte a describir tus funciones.

Generalmente, el entrevistador te pedirá que reflexiones sobre tus puntos fuertes y débiles, con el fin de establecer tu grado de conocimiento y satisfacción personal, detectar tu nivel de sinceridad y confianza en ti mismo.

Es probable que el entrevistador te haga preguntas que le permitirá valorar tus competencias. Por competencias se entiende el conjunto de actitudes (cómo eres), habilidades (qué sabes hacer) y capacidades (qué puedes hacer) como por ejemplo tu capacidad de trabajar en equipo, tu sentido de la responsabilidad, tu capacidad de adaptación, tu iniciativa o tu capacidad de planificación y organización. El entrevistador te pondrá en situaciones reales del pasado o probables del futuro, y querrá saber como reaccionaste o cómo reaccionarías.

En cuanto a tu motivación se evalúa a lo largo de toda la entrevista, con preguntas orientadas a descubrir tus objetivos profesionales, tu disponibilidad, tus deseos de promoción, tus aficiones personales. A veces una buena motivación puede compensar carencias de formación o experiencia.

Si tienes experiencia laboral, puedes tener una lista de referencias (nombre e información de contacto de las anteriores empresas) preparadas para poder ofrecerlas a tu entrevistador, ya que esto puede suponer una gran diferencia.

Saber escuchar

Escucha activamente al entrevistador, déjale dirigir la entrevista, pero saca provecho de las oportunidades de hablar. El entrevistador es el jefe, el conductor. No ofendas al entrevistador. En este momento él tiene el poder.

Expresión verbal

Cuando te dirijas al entrevistador, hazlo siempre de usted hasta que te pida que le tutees.

Exprésate de manera clara, concisa y estructurada. No hables demasiado rápido y esfuérzate por terminar todas tus frases. No respondas con monosílabos, pero no des explicaciones innecesarias, ni hagas comentarios superficiales o juicios de valor aventurados.

Emplea verbos de acción. Palabras como reto, experiencia, futuro, compromiso, objetivos, eficacia, proyecto y responsabilidad, utilizadas correctamente y sin abusar, tienen una fuerza especial.

No utilices palabras de argot e intenta sustituir los "peros" por un "además". Si te piden informática e inglés, y dices "pero es que soy de letras y francés" estás perdido. En cambio, un "además tengo conocimientos de francés" daría un sentido totalmente distinto.

Habla siempre con educación y respeto de tus antiguos trabajos, empresas, superiores o compañeros. Jamás debes criticarlos. Los comentarios negativos pueden crear desconfianza en el entrevistador, que podría pensar que eres una persona complicada.

Mostrar tus puntos fuertes

Durante la entrevista deberás venderte de la mejor manera y destacar tus puntos fuertes.

Demuestra al entrevistador que eres la persona adecuada para cubrir el puesto destacando los aspectos de tu currículum y personalidad que te convierten en la persona idónea para el puesto.

En las entrevistas de trabajo hay una serie de palabras que, utilizadas consecuentemente, tienen una fuerza especial. Identifica dichas palabras antes de ir a la entrevista (el anuncio y cultura corporativa de la empresa te darán pistas) y asegúrate de utilizarlas a lo largo de la entrevista.

En otras palabras, debes de ir a la entrevista con 2 o 3 puntos que destacar y hacerlo incluso si el entrevistador no te lo pregunta. Destaca estas fortalezas (es lo que tiene que recordar el entrevistador) y matiza tus debilidades. No es la cantidad de palabras que digas, sino las palabras claves.

Da la vuelta a tus puntos débiles

Estate preparado para hablar de los errores o defectos en el terreno profesional y personal. Para ello, debes identificar aquellos hechos que te puedan ser perjudiciales y presentarlos de manera positiva, buscando el aprendizaje adquirido a través de ellos o las iniciativas surgidas para solucionarlo.

¿Eres desempleado? "Es cierto que llevo tiempo sin trabajar, pero he dedicado este tiempo a formarme en los aspectos que creía más necesarios".

¿Eres muy joven? "Mi edad puede parecer un inconveniente, pero puedo demostrar mis ganas de aprender y trabajar para aplicar los conocimientos de la carrera".

Lenguaje corporal

El lenguaje corporal juega un papel destacado, ya que transmite mucha información sobre ti. Los aspectos a tener en cuenta son:

Postura: conviene cuidar la manera de sentarse. Espera a que el entrevistador te invite a sentarte y mantén una postura corporal correcta (no cruces los brazos, no agaches la cabeza...).
Gestos y tics: no gesticules de forma exagerada. Frotarse las manos o rascarse el pelo más de la cuenta son algunos gestos que pueden surgir como consecuencia de los nervios. No des golpecitos en el suelo con los pies, ni juegues con objetos cercanos. Intenta mantener los pies quietos y las manos cruzadas. No mires el reloj. Un simple gesto puede transmitir más información de la que se imagina.

La sonrisa: debe ser moderada, ni forzada ni exagerada. Lo más importante es mantener una actitud positiva ante el hecho de formar parte de la empresa y reflejar en la expresión facial esa predisposición.

Mirada: es importante mirar al interlocutor, prestarle atención y no parecer ausente.
Acompaña tu expresión verbal con tu lenguaje corporal: si estas diciendo que crees que puedes desempeñar adecuadamente la función, tu tono de voz, mirada y expresión facial tienen que estar diciendo lo mismo.

Naturalidad, confianza y sinceridad

Da una imagen de naturalidad y de confianza en ti mismo. Muéstrate seguro al contestar las preguntas del entrevistador, o al formular las tuyas, sin ser ingenuo ni prepotente.

Es normal estar algo nervioso en una entrevista de trabajo, y los entrevistadores lo entenderán. Pero este nerviosismo no puede anihilarte, ni darle a pensar al entrevistador que estás mintiendo.

Antes de todo, sé tu mismo. Si te eligen, será muy difícil interpretar un papel todos los días.

Pregunta

Pregunta tú también. No sólo contestes, pregunta lo que necesites saber. En Prepara tus preguntas te guiamos con las preguntas que debes o puedes formular al entrevistador.

Unos consejos obvios... aunque
No fumes.

No masques chicle.

Apaga el móvil antes de entrar en el despacho del entrevistador.

No te sientes a la defensiva de brazos cruzados.

En la primera entrevista, lo más importante es el puesto de trabajo al que quieres acceder y no el salario, ni las vacaciones y permisos. Estos temas se podrán tratar en detalle en posteriores entrevistas.

Al final de la entrevista

El entrevistador será el encargado de dar por finalizada la entrevista. Llegado a este punto es conveniente no prolongarla de manera innecesaria.

Si no ha mencionado nada sobre los próximos pasos a seguir, toma la iniciativa, preguntándole directamente: ¿Me puede informar cuáles son los próximos pasos del proceso de selección?

Antes de salir, da las gracias al entrevistador por su tiempo y confirma tu interés por conseguir el puesto. También puedes pedirle su tarjeta de visita. Así dispondrás de sus datos para enviarle una carta de agradecimiento.

7. Las preguntas más comunes en una entrevista de trabajo

En una entrevista de trabajo, siempre hay preguntas impredecibles y otras muy comunes. Tienen como objetivo:

Conseguir información directa y auténtica sobre tu trayectoria profesional y personalidad.
Averiguar la adecuación de tu perfil a la empresa y al puesto ofertado.
A continuación, encontrarás un listado de preguntas que suelen ser formuladas en cualquier entrevista de trabajo. Para las más comunes de entre todas, te sugerimos una posible respuesta.

Te aconsejamos que no acudas a ninguna entrevista de trabajo sin haberte preparado previamente la respuesta a estas preguntas. Prepara tus respuestas de manera coherente con tu forma de ser y actúa con naturalidad y sinceridad.

Preguntas sobre tu formación

¿Qué te parece la carrera que has estudiado? ¿Por qué estudiaste esa carrera?
Realiza un balance positivo y enfoca la respuesta de manera que se resalten los conocimientos y competencias más acordes con el puesto al que optas. Apunta lo a gusto que estás con tu elección, las actividades complementarias y trabajos realizados, prácticas, etc.

¿Qué asignaturas te gustaban más/menos y en cuáles sacabas mejores/peores notas?
¿Cuál fue la experiencia más gratificante durante tu vida como estudiante?
¿Tuviste algún puesto representativo durante tu tiempo de estudiante (delegado de curso, miembro de una asociación...)?
¿Piensas ampliar tus estudios de alguna manera?
Preguntas sobre tu antiguo trabajo, jefe o colegas
¿Por qué cesaste en el anterior trabajo? ¿Por qué quieres cambiar de empresa?
En ningún caso comiences a criticar a tu antigua empresa, jefes o colegas. Si lo haces, el entrevistador podrá pensar que no eres una persona de fiar. Apuesta por la carta de "quiero asumir más responsabilidades" o "quiero ganar más experiencia".

En el caso de que los motivos tienen más que ver con una reducción de plantillas y despidos, puedes explicarlo. "A pesar de mi buena labor tuvieron que prescindir de mi". Cada vez se valora más la flexibilidad y adaptabilidad, con lo que no debes avergonzarte si te han despedido.

A nadie se le escapa que uno de los motivos que se suele esconder tras un cambio de empleo es ganar más dinero. De momento no menciones el tema, ya llegará el momento de hablar del sueldo. Finalmente, si otra de las razones es la cercanía a tu lugar de residencia, mejor óbvialo, ya que indica que sólo estás interesado en la ubicación de la compañía y no en su filosofía.

¿Qué tal la relación con tus superiores anteriores?
Hablar mal de ellos aunque fuera cierto lo que digas podrá ser utilizado en contra tuya. Sé positivo y no uses la ironía. El entrevistador juzgará que la relación con los nuevos superiores será similar a la mantenida en el pasado.

¿Qué funciones desempeñabas? ¿Qué aprendiste durante tus trabajos anteriores?
¿Cuál de tus trabajos previos te ha gustado más/menos? ¿Por qué?
¿Cómo te llevabas con tus compañeros, con tus subordinados?
¿Cómo te ven tus subordinados?
¿Cuál fue la situación más desagradable en que te viste? ¿Cómo le hiciste frente?
¿Cuáles son los problemas que has resuelto en tu actual empleo?
¿Cuáles son las decisiones más difíciles que has debido tomar?
¿Qué datos utilizas para tomar una decisión importante?
¿En qué casos has sido criticado por tus decisiones?
¿Cómo has intervenido en el éxito de tu empresa?
Descríbeme situaciones en las cuales tu juicio u opinión han demostrado ser los correctos.
¿Cómo describirías el impacto que vas a dejar en tu ex-empresa?
¿Cuáles son los logros profesionales de los que te consideras más satisfecho?
Preguntas relativas a la empresa y el puesto ofertado
¿Por qué quieres trabajar aquí? ¿Qué es lo que más te atrae del puesto al que optas?
No digas que buscas cualquier cosa en cualquier sitio porque acabarás con tus posibilidades.

Haz referencia al sector, y luego a la empresa destacando algún dato importante, su situación estratégica respecto a sus competidores, sus valores corporativos, sus proyectos, productos... Verán que conoces la empresa y dejarás bien clara tu iniciativa e interés por el puesto.

Recuerda, no estás buscando trabajo, estás buscando trabajar en esa empresa en ese puesto.

¿Trabajarías los fines de semana?
Es conveniente mostrar disponibilidad. "En principio no tendría inconveniente".

Preguntas sobre tu valoración y adecuación al puesto

¿Cuáles son tus puntos fuertes/débiles? ¿Podrías indicar tres virtudes y tres defectos que tengas?
Es una pregunta abierta en la que una vez que ya se ha hecho una idea de nosotros el entrevistador, quiere valorar si sabemos vendernos. Piensa en 2 o 3 puntos que quieras destacar, pues el entrevistador se quedará con un número limitado de ideas sobre ti.

En cuanto a las virtudes, debes hacer hincapié en aquellas cualidades más adecuadas para el desarrollo del puesto al que optas. Si hay alguna característica importante que aún no haya salido, éste es el momento de nombrarla.

En cuanto a los defectos hay que destacar aquellos que afecten en menor medida al desempeño del puesto y tus esfuerzos para corregirlos. "Soy un poco despistado, por eso llevo una agenda donde anoto todos mis temas pendientes".

¿Por qué debería contratarte a ti y no a otro candidato? ¿Qué elemento diferencial aportas? ¿Qué te hace mejor que el resto de candidatos?
Ante este tipo de preguntas no hay que ser demasiado modesto ni especialmente narcisista. Aplica la fórmula de demostrar como tus conocimientos, experiencia y aptitudes encajan con el perfil profesional que se necesita. "Considero que tengo capacidad para abordar con éxito este puesto, además de muchas ganas de intentarlo y demostrar mi valía".

¿Por qué crees que estás preparado para acceder a este puesto?
Hay que responder con confianza, mostrando motivación por el puesto y la empresa. "Considero que poseo los conocimientos necesarios para desempeñar el puesto de forma eficaz, además de mucha ilusión por poder colaborar en una empresa en crecimiento del sector".

¿Qué esperas de mí como jefe? ¿Qué relaciones piensas debe haber entre un jefe y su colaborador inmediato?
En estas preguntas hay que reflejar la idea de contar con la ayuda de un jefe que nos permita crecer profesionalmente. "Poder contar con el apoyo y la ayuda necesaria para desarrollar mi puesto de forma eficaz".

Explíqueme algo sobre usted.

Se supone que es una pregunta "rompehielos", para relajar y comenzar la entrevista de trabajo en un ambiente distendido. Como el entrevistador ya tiene tu currículum delante, no hace falta que le expliques cronológicamente tu vida laboral. Responde brevemente, sé afable y destaca esos 2 o 3 puntos claves que hacen de ti el candidato idóneo.

Defínete a ti mismo con cinco adjetivos calificativos. Justifícalos.
¿Estarías dispuesto a trasladarte a otra ciudad, a otro país, o a viajar con frecuencia?
Si fueras tú el encargado de realizar esta selección y yo fuera el candidato, ¿qué cualidades te gustaría que yo reuniera?
¿Te consideras con capacidades creativas? Pon ejemplos.
¿Cuál es tu papel en el equipo directivo?
En las discusiones, ¿cuál es tu papel?
¿Dónde te consideras más eficaz, en las relaciones individuales o con grupos?
¿Cómo prefieres comunicarte? ¿Por qué?
¿Qué debes hacer para mejorar tu capacidad de comunicación?
¿Te pone nervioso hablar en público?
¿Cómo reaccionas ante una presión?
¿Qué consideras más importante: terminar un trabajo en el tiempo establecido o hacerlo bien?
¿Cuál es tu empresa ideal? Descríbela.
Preguntas sobre el sueldo
¿A qué sueldo aspiras? ¿Cuáles son tus expectativas económicas?
No te pongas nervioso al llegar a este punto, es un tema más dentro de una entrevista.

La mejor manera de abordarla es decir que esperas un sueldo acorde con tu formación, experiencia y responsabilidades. Para ello, lo mejor es informarte sobre el sueldo medio de tu puesto de trabajo.

También puedes hacer referencia a tus ingresos en el pasado. No te vendas muy barato ni muy caro.

Si hay que dar cifras, se recomienda moverse en una banda salarial, indicando un valor mínimo y máximo. "En este sector, este tipo de puestos se está pagando entre 30.000 y 36.000 euros brutos al año". El momento de negociar definitivamente esta cuestión llegará al conseguir el empleo.

Preguntas personales

¿Tienes novio/a? ¿Estás casado/a? ¿Tienes intención de quedarte embarazada?
Es un tema muy espinoso y bastante complicado de tocar. El entrevistador tiene derecho a realizar alguna de estas preguntas, otras en cambio están fuera de lugar.

Si te sientes cohibido ante alguna de estas preguntas o crees que pueden ser motivo de discriminación, un método diplomático de evitarlas sería decir: "no me acabo de sentir muy cómodo con esta pregunta, pero si para el proceso de selección es importante intentaré responderla".

¿Fumas?
En caso afirmativo debe valorarse el nivel de dependencia. Si ésta es media, una respuesta podría ser: "Fumo algo, aunque no me supone ninguna dificultad no hacerlo durante la jornada laboral". Si la dependencia es mayor: "Sí, pero soy capaz de pasar períodos de tiempo sin fumar y estoy dispuesto a recuperar los minutos invertidos".

¿Cuál es tu proyecto de futuro a tres o cinco años vista? ¿Cómo te gustaría verte dentro de 5 o 10 años?
A las empresas les gusta saber que sus empleados tienen claras sus metas y son personas estables. No obstante, intenta no ser demasiado concreto y cíñete a tus aspiraciones en sentido genérico. Por ejemplo, explica que esperas tener un trabajo que sea un reto continuo y permita desarrollarte profesionalmente y personalmente.

¿Qué haces en tu tiempo libre? ¿Cuáles son tus aficiones favoritas? ¿Qué otros intereses tienes al margen de tu profesión?
Siempre que sea posible, intenta vincular alguna de tus aficiones con el trabajo ofrecido. No sería lógico que una de las aficiones de un diseñador no fuera el grafismo.

¿Cómo describirías tu personalidad?
¿Cuál es último libro que has leído? ¿Qué te pareció?
Otras posibles preguntas para directivos y mandos intermedios
Descríbeme tu estilo directivo.
¿Qué ventajas e inconvenientes ves en tu forma de dirigir?
¿Cómo motivas a las personas?
¿Cuáles son las características de un buen líder en el campo profesional?
¿Qué buscas cuando contratas a una persona?
Explícame una situación en la cual has tenido que despedir a uno de tus colaboradores.
¿Tus colaboradores piensan que les apoyas en su carrera profesional? ¿Por qué?
¿Qué métodos utilizas para crear armonía en tu grupo de trabajo?
¿Cómo determinas la capacidad de un subordinado?
¿Qué tipo de colaboradores prefieres? ¿Por qué?
¿Cómo es tu jornada tipo?
¿Cómo estableces tus prioridades?
¿Qué es lo que te resulta más difícil delegar?
Describe cómo organizas y planificas tus actividades.
¿Te consideras como un líder o como un seguidor? ¿Por qué?
¿Tienes alguna duda o pregunta?
Muy a menudo es la última pregunta que plantea el entrevistador. A continuación te guiamos con las preguntas que debes o puedes formular.

8. Prepara tus preguntas

Algunas buenas preguntas demostrarán que has pensado seriamente en unirte a la organización. Además, toda buena pregunta esconde detrás un sólido conocimiento de la realidad que se está cuestionando.

Intenta formular preguntas que demuestran tu conocimiento de la empresa o de su sector y que conducen la conversación hacia aquellas áreas en las que te sientas más seguro y con ventaja.

La información que recibas te ayudará a decidir si la empresa y el puesto de trabajo realmente te interesan. La compañía no es la única que selecciona, tú también.

Posibles preguntas generales sobre la empresa:
¿Existe un programa de formación para los empleados?
¿Cuántas personas forman el departamento?
¿Cuáles son las posibilidades de promoción dentro de la empresa?
¿Tiene la empresa planes de expansión?
Posibles preguntas generales sobre el puesto de trabajo:
¿Se trata de un puesto de nueva creación o de un puesto que existía ya en la empresa?
¿Qué espera la empresa de la persona que ocupe el puesto?
¿Cuál sería mi posición dentro de la organización? ¿De quién dependería jerárquicamente o cuántas personas estaría a mi cargo? ¿A quién tendré que reportar?
¿Trabajaría en equipo o de forma autónoma?
¿Cómo ve la evolución del puesto en los 3 próximos años?
También hay que preguntar acerca de los pasos siguientes en el proceso de selección: si nos llamarán tanto si pasamos a la siguiente fase como si nos descartan, en qué plazo deberíamos saber algo...

Lo que no se debe preguntar:

Hay un tema que suele ser tabú en una entrevista de trabajo, sobre todo si el proceso de selección se está iniciando: el sueldo. Únicamente si el entrevistador menciona el tema de la retribución puedes entrar en este tema. Sino, espérate a que te hagan una propuesta en firme en una próxima entrevista antes de negociar el salario. En ningún caso lo preguntes a bote pronto.

Este mismo argumento es igual de válido para el tema de vacaciones u horarios.

No intentes saber en ese momento si tienes posibilidades de ser contratado o no.

9. Después de la entrevista de trabajo

Evalúa la impresión general que te ha producido la empresa y el puesto de trabajo ofrecido. ¿Se han cumplido tus expectativas?

Si es así, ahora es el momento de escribir la carta de agradecimiento y esperar a que te llamen. Si eso no ocurre, no te desanimes, tu oportunidad llegará pronto. Lo importante es aprender de cada una de las entrevistas de trabajo y presentarte a la siguiente con más seguridad y mejores argumentos a tu favor.


Evalúa los puntos positivos y negativos del encuentro. ¿Cuáles han sido tus mejores y tus peores respuestas? ¿Has dudado o te has puesto nervioso con algún tema? ¿Cuál ha sido tu actitud? ¿Te has expresado de forma correcta? ¿Has hecho alguna pregunta o comentario inadecuado? Evalúate, y saca el máximo provecho a esa entrevista.


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