En los últimos años, con alguna frecuencia los estudiantes de último grado suelen preguntar que cuál es el camino más seguro y rápido para encontrar un buen trabajo al finalizar los estudios universitarios. Siempre se les ha respondido que no existen atajos ni caminos privilegiados; lo que hay son buenos y malos caminantes.
Y... Cuál es ese perfil que diferencia a esos buenos caminantes de los que no son tan buenos?.
No hay receta mágica que convierta a cualquier estudiante en un triunfador, pero dado que esa receta no existe, vamos a mencionar algunos de los rasgos que hemos podido observar en la mayor parte de jóvenes graduados que consiguen "su" trabajo, en el que encuentran satisfacción, motivación y autorrealización constantes, y no solamente un puesto de trabajo que financie las necesidades mas inmediatas.
Estos "triunfadores", contra lo que pudiera parecer a primera vista, no siempre han sido unos "cerebritos" de los que sacan perfectas calificaciones en todas las asignaturas, sino estudiantes que obtienen unas calificaciones aceptables a lo largo de sus estudios, a veces con algún 6, ó con algún "extraordinario".
Eso sí, las mejores calificaciones, incluso calificaciones excelentes, las han obtenido en aquellos temas que realmente les motivaban y en cuyo campo pretenden posteriormente especializarse.
Eso sí, las mejores calificaciones, incluso calificaciones excelentes, las han obtenido en aquellos temas que realmente les motivaban y en cuyo campo pretenden posteriormente especializarse.
Un rasgo determinante de estos triunfadores es que:
Asisten regularmente a clase, estudian y preparan sus exámenes utilizando buenos libros que adquieren a principios de curso o que consultan en la biblioteca, y no se limitan a tomar apresurados apuntes en clase, preguntando a cada momento al profesor si "esto entra o no en el examen".
También suelen ser personas que utilizan las asesorías y acuden a los profesores, no para reclamar una calificación que juzgan injusta, sino para aprender lo que no saben o aclarar las dudas que se les presentan al estudiar un tema o preparar un examen.
Lo anterior, no significa que sean unos "buenos chicos" conformistas, porque los triunfadores que hemos conocido son asertivos, sin ser agresivos, es decir, son capaces de defender su punto de vista ante un profesor o autoridad académica cuando están seguros de tener la razón, pero sin perder las formas, gritar o insultar.
Además de que los triunfadores asisten a conferencias, charlas y presentaciones, relacionados con el tema de su interés.
Se afilian a asociaciones estudiantiles, que les permita entrar en contacto con quienes pueden emplearlos en el futuro, y procuran desempeñar algún puesto gerencial que les dé experiencia en la utilización de técnicas de liderazgo, organización y comunicación.
Utilizan las relaciones que entablan con distintas personas y empresas por medio de dichas organizaciones, para conseguir prácticas de verano, aunque ello suponga el sacrificar el merecido descanso tras épocas intensas de estudio.
Saben que la nota dominante del futuro es la globalización empresarial, y en consecuencia, dedican el tiempo y el esfuerzo necesarios a estudiar idiomas: Inglés en primer lugar, y después otro idioma más.
Cuando es posible, en función de las posibilidades económicas de su familia, procuran apuntarse a un plan de intercambio y estudiar un semestre o un curso completo en una universidad extranjera. Y cuando están allí, huyen como del mismo diablo del resto de los hispano-parlantes, porque saben que el principal beneficio de su estancia fuera es la adquisición de habilidades lingüísticas en el idioma del país de recepción.
Se interesan por la informática y la aplican al estudio y presentación de trabajos en las distintas asignaturas de su carrera.
Buscan información en Internet, pero evitan eternizarse en algunas de las múltiples chats o jugando cualquier juego.
Se preocupan por adquirir habilidades de comunicación: Escribir para ser leído, hablar en público, participar en debates, etc.
Realizan alguna actividad deportiva, porque saben que no es posible a medio y largo plazos realizar un trabajo intelectual, sin el oportuno contrapeso de la actividad física.
Huyen de excesos en bebida, tabaco, estimulantes y demás, lo que no quiere decir que no se tomen una cerveza con los amigos, o no salgan por las noches de vez en cuando.
No permanecen ajenos a las necesidades sociales y se preocupan por ellas, incluso participan en actividades voluntarias de tipo solidario.
Saben que no es cierto que "el buen paño en el arca se vende", y que no es esperable que las empresas o personas que puedan contratarlo hagan cola en la puerta de su casa, de modo que se preparan concienzudamente en técnicas de job-hunting, bien sea asistiendo a cursos o seminarios sobre el tema, bien sea utilizando un buen libro sobre búsqueda de empleo. Y por encima de todo esto, suelen ser personas en cuya palabra se puede confiar, buenos amigos de sus amigos y buenos compañeros de los que, sin alcanzar la categoría de amigos, coinciden con ellos en su curso. Son además capaces de entusiasmarse con el trabajo, amantes de la justicia y con un sentido profundo de la ética.
Pareciera que este articulo es para bajar la moral. No es ese el propósito. En todo caso, ese es el perfil de los estudiantes, chicos y chicas, que en nuestra experiencia profesional, en la universidad y como Especialistas de Recursos Humanos en distintas empresas, hemos comprobado que encuentran con facilidad un trabajo al finalizar sus estudios y, además, son felices en él.
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Información publicada en: http://www.profesiones.com.mx/
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