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¿Gestionamos Personas o Emociones?

¿Qué gestionamos Personas o Emociones?. ¡¡¡Personas por supuesto¡¡¡¡ afirman rotundamente algunos de mis compañeros del área ¿Cómo se puede gestionar una emoción?, me interrogan con tono elevado. A algunos les puede irritar mi alma de tertuliano provocador, pero los que me conocen saben que lo hago porque me enriquece el debate.

Es indudable que a una emoción no la puedes dirigir, educar, gestionar o reconducir, la magia esta solo en los espectáculos. Pero ¿podemos identificar una emoción?. ¿Existen emociones repetitivas con patrones de conducta similares?. Es decir, ¿son las emociones reconocibles y por eso pueden ser tratadas en la persona?

Si partimos de la base que las personas no tienen siempre un patrón definido de comportamiento y que este pude cambiar en función de cada momento de su vida, del día, de la hora o de las circunstancias que le rodean, sí que podemos comprobar que todo eso puede redundar en una emoción o conjunto de emociones reconocidas en otras personas.

Entonces la pregunta es: Si reconocemos una emoción ¿podemos gestionarla a través de la persona?. Pongamos un ejemplo práctico: Una persona acaba de pasar por una experiencia traumática como un divorcio (muy habitual en estos tiempos) y por nuestra experiencia en otras personas que han pasado por el mismo caso, aunque seguramente con circunstancias diferentes, podemos identificar una serie de emociones que se pueden expresar a la vez o paulatinamente en el tiempo:


  • Ira
  • Tristeza
  • Melancolía
  • Miedo
  • Ansiedad


Y seguramente alguno más relacionada con la causa. Si ya hemos visto este tipo de emociones en otras personas ¿Podemos hacer un plan para poder ayudar a la persona a la gestión de su emoción?. Y más aún ¿Debe ser la persona de Gestión de Personas quien las gestione o su responsable directo?. 

Y por supuesto ¿se deben gestionar para ayudar a la persona o para ayudar a que esa persona no decaiga en sus resultados y eficacia en sus tareas?. Vaya dilemas que se nos plantean, algunos incluso morales.

En otros articulo comente la anécdota con un Director de Recursos Humanos (así era su cargo) de una gran empresa muy importante en nuestro país, al cual le explique qué en los procesos de selección que teníamos en nuestros servicios, una de las fases era comprobar las referencias de los candidatos preguntando por su comportamiento en otras empresas. Su cuestionamiento era para que hacíamos eso, a lo que conteste: 

“Para predecir su comportamiento futuro”, a lo que me enfrento con una reflexión, de si era justo que un comportamiento de una persona en un momento determinado de su vida, con circunstancias diferentes, podría ser infalible en cómo se iba a comportar esa persona en otro puesto de trabajo, con otro jefe, con otros compañeros y en otro lugar. 

Desde ese día deje de comprobar referencias subjetivas de candidatos, y agradecí la lección a esta persona, con la que he coincidido en algunas etapas de mi vida.

Si las personas manejan su vida a través de las emociones, y existen muchos tipos de emociones reconocidas. ¿Podremos ayudar a las personas a gestionarlas en su beneficio?.

También debemos analizar que las Emociones son difíciles de predecir y que incluso cambian de un momento para otro. Abraham Lincoln, ya fue crítico con la profesión de los que pasaban el tiempo como Vaticinadores y la cara que se les quedaba cuando no acertaban en su predicción. 

Es por eso que jugar a la predicción está al alcance de los Meteorólogos, y porque utilizan cachivaches muy sofisticados y que están volando en el espacio. Y aun así se equivocan.

Es por ello que mi propuesta es identificar la emoción, sin juzgarla, para poder gestionarla en beneficio de la persona.


Entonces ¿Gestionamos personas o Emociones?


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Información publicada en: http://www.rrhhmagazine.com/

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