Los peores enemigos de la motivación en el trabajo

Entre los múltiples mantras directivos hay uno que afirma que un trabajador motivado es más efectivo que uno que no lo está. En el día a día de la empresa hay algunas situaciones y actitudes que pueden conllevar el malestar de los empleados.

Las cifras son preocupantes e invitan a pensar en las causas que hay detrás de esta falta de motivación por parte de los empleados. Si habitualmente se suele hacer un repaso a las mejores prácticas laborales en este caso haremos el ejercicio contrario, que pasa por buscar la causa de la desmotivación laboral. Estas son las más frecuentes o las que más deben preocuparnos.

- La inseguridad laboral: podría pensarse que no tener el puesto asegurado debería ser un elemento motivador para que un empleado se esfuerce todavía más en mostrar su valía. Nada más lejos de la realidad. La inseguridad es un elemento altamente desmotivador y, sobre todo, una enorme distracción para el trabajador, que habitualmente necesita un mínimo grado de estabilidad para rendir de acuerdo a sus posibilidades.

- La falta de dirección: tener claro el rumbo que sigue la empresa, lo que se espera de él y hacia donde debe encauzar sus esfuerzos ayuda a que el trabajador desempeñe su labor con mayor eficiencia y, por lo tanto, reciba un estímulo positivo que servirá para reforzar su confianza. Un trabajador con una buena percepción de sí mismo y de sus habilidades es más proclive a permanecer motivado.

- Falta de confianza en la dirección: ¿Hasta qué punto puede permanecer motivado un empleado que no cree en las habilidades de sus jefes o de la directiva de la empresa? La respuesta es clara. Un trabajador que piensa que sus superiores no están preparados o siguen el camino incorrecto difícilmente estará centrado en su trabajo.

- Abordar los problemas de forma personal: es lo que Kristi Hedges, colaboradora de Forbes, denomina ‘micromanagement’. Es, además, una práctica relativamente habitual que pasa por abordar los problemas que afectan a todo un equipo por partes y por personas, sin llevar a cabo una gestión global de la cuestión. Lógicamente, esta forma de abordar las complicaciones hace que los empleados muestren apatía en posteriores conflictos.

- La falta de futuro laboral: esta es, sin duda, una de las grandes causas de desmotivación. Una persona que siente que no puede progresar difícilmente encontrará motivación en su trabajo.

- La falta de percepción del valor del trabajo: si estar estancado en un puesto sin futuro puede minar la moral del trabajador más positivo, lo mismo ocurre cuando el empleado percibe que su trabajo no aporta ningún tipo de valor a la empresa o al futuro de la misma.

- La ausencia de consecuencias: a la mayoría de las personas le gusta pensar que una mala acción o que un resultado negativo debería aparejar un castigo. Cuando este refuerzo negativo no llega, desaparecen parte de los incentivos y las motivaciones para conseguir resultados o evitar errores.

- Los rumores: dicho de otra forma, la falta de comunicación. Los rumores tienen un enorme poder desestabilizante que además tienden a aprovechar un determinado tipo de empleados que no son precisamente los que más aportan a la empresa o al resto de compañeros.

- Mal ambiente laboral: los compañeros son otra causa de desmotivación. Un ambiente de trabajo turbio o con compañeros desagradables servirá para acrecentar los sentimientos negativos del empleado. Si algunas de las anteriores situaciones se pueden superar con compañeros que se apoyen unos a otros, sin estos resultará imposible.

- La falta de apoyo: cuando un empleado recibe un encargo pero no los recursos adecuados o la autoridad para llevarlo a cabo es muy fácil que la frustración se apodere de él y que termine totalmente desmotivado.

- La falta de recompensa: el salario es la recompensa más obvia para el trabajador, pero no la única. Un “gracias” o un “buen trabajo” a tiempo pueden servir para atajar los primeros síntomas de la desmotivación.

- El aburrimiento: la falta de inspiración es un problema. Cuando el trabajador no se entretiene con su trabajo es relativamente fácil que tarde poco en desmotivarse.

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