Ante una entrevista de trabajo, una reunión con los jefes o con un cliente, una presentación, o cualquier otra situación en la que debamos comunicarnos con otra persona o grupo de personas, hay varios elementos a tener en cuenta. Muchas veces, nos preparamos a fondo los discursos, lo que vamos a decir e incluso presentaciones en soportes digitales o físicos, que acompañen a lo que decimos. Pero gran parte de esas veces olvidamos algo muy importante y es nuestra comunicación no verbal, aquello que expresamos por medio de nuestro cuerpo, muchas veces sin darnos siquiera cuenta.
Muchos estudios determinan que en la comunicación, nuestro lenguaje corporal supone un 55%, nuestro tono de voz un 38% y nuestras palabras sólo un 7%. Esto quiere decir que pese a tener un discurso perfectamente escrito, puede que no sepamos transmitirlo bien si no lo hacemos con el resto de nuestro cuerpo.
Pero, ¡no te agobies!, podemos aprender cinco sencillas técnicas con las que comunicar con la mente y el cuerpo para transmitir nuestros mensajes. Aquí van:
1. Mantén contacto visual: cuando alguien te habla, te gusta que te miren a la cara. Los nervios pueden hacernos mirar para otros lados y a veces puede intimidarnos mirar a los ojos a la persona que tenemos enfrente, pero es síntoma de seguridad en lo que decimos.
2. Adopta una postura cómoda pero firme: si estás de pie procura no moverte de forma excesiva, no mover las manos y los brazos rápido, porque despistarás a quien tengas enfrente, haz movimientos suaves para centrar la atención en lo que quieras (si es necesario, ensáyalos antes). Si estás sentado, no cruces los brazos ni apoyes los codos, entrelaza suavemente las manos sobre la mesa y no cojas nada. Mantente derecho pero no estés tenso.
3. Controla tus piernas: tanto cuando estamos sentados, como de pie, nos suele costar mucho controlar nuestras piernas. Ante todo, trata de relajarte. Si estás de pie, procura no moverte de un lado a otro, ni cambiar de forma rápida o brusca la postura de tus piernas, que no parezca que estás bailando. Si estás sentado, puedes cruzar las piernas, pero con suavidad. Al cerebro le cuesta mucho controlar las piernas, sobretodo en situaciones de nervios, así que tendrás que hacer un esfuerzo.
4. Cuida los gestos de tu cara: dicen que la cara es el espejo del alma y es verdad. Todo se nos nota primero en la cara, así que debemos controlar nuestros sentimientos y como los transmitimos. Cuidado con la boca, apretar los labios, mordérselos o retorcerlos son síntoma de nervios. Intenta tener siempre una sonrisa en la cara, muestra que te sientes cómodo y tienes una buena actitud.
5. Maneja tu respiración: tú tienes el control de tu cuerpo, no dejes que te coman los nervios. Cuando estamos nerviosos o inseguros, se nos agita la respiración, nos cuesta que nos salgan las palabras. Esto solo se soluciona con la experiencia, cuanto más hables en público, mejor lo harás. Así que no te agobies, trata de relajarte, de respirar profundamente, vocaliza, entona y todo irá bien. El mejor truco es hablar de algo que conocemos, de algo que estamos seguros. Si estás en una entrevista, vas a hablar de ti, así que no estés nervioso, te conoces mejor que nadie.
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