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10 errores a eliminar de nuestro Currículum Vítae

Aún es normal encontrar errores en los Currículum Vitae, y aunque muchos de ellos puedan parecer obvios, se siguen cometiendo a diario.

Por eso, hemos creado una lista con los 10 errores a eliminar de nuestro Currículum Vítae:

CURRÍCULUM VÍTAE. Poner como titular “Currículum Vitae”, “CV”, “Resumen”… no tiene ningún sentido. Damos por hecho que sabemos perfectamente lo que es por lo que necesita ser identificado. Tenemos que aprovechar que el primer impacto lo reciba información de interés y que nos pueda ayudar a diferenciarlos.
Imaginad un cartel publicitario en el que resaltara en negrita y mayúsculas: “ANUNCIO”, dejando al pobre producto que publicita en un segundo plano.

Faltas de hortojrafia. Aquí no existen los perdones, no hay segundas oportunidades. Da igual que estemos graduados por la Universidad de Harvard o que tengamos un Máster en artes circenses. Si no sabemos distinguir el “haber” y el “a ver” Nuestro CV irá directo a nuestro peor enemigo: la trituradora de papel.

Lenguaje claro y sencillo. El Currículum Vítae no tiene que ser un manuscrito, al contrario, todo tiene que estar bien estructurado y diferenciado. De tal manera que sea una ayuda para el seleccionador y una ventaja a la hora de ser escogidos. Hay que intentar que las frases sea cortan y legibles. Por tanto, evitaremos la retórica de Cervantes y la rima de Shakespeare.
Lo mismo sucede con los fallos o las medias tintas. Nos restará muchos puntos cometer errores o incluir muletillas del tipo: “creo”, “puede ser que”, “algo de experiencia en”, etc. Hay que transmitir seguridad y confianza.

Experiencia laboral. A no ser que acabemos de terminar nuestros estudios y nos lancemos al mundo laboral como “pobres muchachos que saben dónde se están metiendo”, hay que eliminar los trabajos extra que se desliga de nuestra competencia laboral. Con ello me refiero a: clases particulares, babysitting, reparteflyers…

Funciones y cargos. El que exageremos en nuestras funciones y cargos sólo dará una imagen distorsionada de nosotros mismos. El seleccionador puede percatarse de esto y provocar cierto rechazo hacia nuestra candidatura.

Menos imaginación. De nada nos sirve inventarnos capacidades o conocimientos que no tenemos y mucho menos acreditarnos un nivel que está lejos de la realidad. Lo más seguro es que se acaben dando cuenta y nos quedemos sin la oportunidad de optar al puesto.

Información Inapropiada. La información “muy” personal no es necesaria incluirla. Así que olvidaos de: la estatura, color de pelo, raza, orientación sexual, religión, afiliación polítcia, el nombre de tu perro y dónde se encuentra la casa de campo de tía Lourdes. Sólo se facilitará este tipo de datos si son determinantes para obtener la plaza.

Palabras técnicas y rebuscadas. Aunque optemos a puesto de trabajo que requiere de unos conocimientos muy concretos no haremos abuso de términos que puedan perjudicarnos. Para ello nos centraremos en lo esencial, intentado ser claros y cercanos si caer en lo vulgar y coloquial. Así que menos tupper y más fiambrera ;-)

Yo: el centro del universo. Nadie suele buscar un empleado demasiado egocéntrico, por tanto, hablaremos menos de cómo somos nosotros mismos y hablar más de los logros que hemos alcanzado, en el que se refleja claramente nuestra actitud frente al trabajo.

Demasiada información. Un Currículum Vítae no es un libro (¡por suerte!), por eso mismo tenemos que ser breves. Una manera de evitar esto es confeccionando distintos CV dependiendo del puesto de trabajo o ámbito en el que queremos trabajar, de tal manera que la información que salga sea lo más específica posible y desaparezca el ruido en nuestro texto.


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Información publicada en: http://quesabeshacer.es/

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