Ya sabemos que, en cualquier época, la búsqueda de empleo requiere de una serie de claves básicas a tener en cuenta y que, sin resultar realmente excesivamente complejas porque realmente son cuestiones básicas, resultan ser fundamentales si deseamos afinar al máximo nuestras posibilidades reales de acceder al mercado laboral.
Estas cuestiones multiplican sin duda su importancia en unos momentos difíciles como los actuales cuando el trabajo es realmente un bien escaso y una oferta de puesto laboral tendrá, por regla general muchos más postulantes que en momentos en los que el mercado laboral mostraba una tendencia positiva.
Lógicamente el conocimiento previo del segmento al que pretendemos dirigirnos, nuestras capacidades reales con respecto al mismo y el uso de canales y herramientas adecuados en la búsqueda están en el principio de esas claves fundamentales que, por regla general confluirán en algo fundamental; la entrevista de trabajo.
A fecha de hoy las entrevistas de trabajo, en sí mismas, ya pueden considerarse un éxito previo. Debemos tener en cuenta que, efectivamente, el número de postulantes por puesto de trabajo es habitualmente enorme y, de hecho, en buena medida un porcentaje importante de esos postulantes ni siquiera llegarán a la entrevista, por lo que debiéramos considerarla como una oportunidad importante para mostrar nuestra capacidad y adecuación al puesto ofertado.
Hay algunas cuestiones que debemos tener en cuenta a la hora de afrontar estas entrevistas. Algunas de ellas son comunes a cualquier periodo anterior de bonanza económica y, ciertamente, responden al sentido común; buena presencia, buena comunicación, seguridad en las respuestas y exposiciones, honestidad en lo relativo a nuestras capacidades reales…en definitiva cosas que siempre han resultado elementales en cualquier entrevista de trabajo, sin embargo, debemos tener en cuenta que hoy en día existen otros elementos que cobran especial relevancia.
De manera natural la formación sigue siendo un elemento primordial, pero, además, ya no solo desde la valoración de los estudios directamente relacionados con el puesto de trabajo, algo que se da por sentado, sino también con respecto a estudios complementarios donde, por ejemplo, los idiomas o las nuevas tecnologías de la comunicación juegan un papel importantísimo.
Por otro lado cobra también mucha importancia, además de la formación, las características y habilidades personales, el conjunto de sus capacidades personales, a la hora de sumar puntos positivos, a este efecto elementos como las capacidades de comunicación, la polivalencia y capacidad de asunción de opciones diferentes, la seguridad y control de la personalidad, el grado de sociabilidad, son parte importante de ese conjunto de capacidades personales que el mercado laboral exige y premia cada vez en mayor medida en las entrevistas de trabajo.
Debemos ser conscientes de que, aunque no estamos ante un examen, es cierto que una entrevista de trabajo (o una serie de entrevistas) no deja de ser una prueba en la que se puede llegar a jugar nada menos que nuestro futuro laboral por lo que debe ser tomada como tal y, por supuesto, preparada con el cuidado que realmente requiere.
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Información publicada en: http://buscartrabajo.es/
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