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¿Qué le pasa a mi CV?

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¿Por qué no me llaman? Soy perfecto para el puesto: tengo la formación, la disponibilidad, la experiencia necesarias… Entonces, ¿cuál es el problema?

Éstas son algunas de las preguntas más recurrentes entre quienes buscan trabajo. A veces, dar el perfil no es suficiente, porque el equipo de Recursos Humanos valora otros muchos detalles de una candidatura, como por ejemplo, el CV. Que quede claro, puedes tener una trayectoria formativa y profesional brillante pero si no sabes plasmarla en un currículum con personalidad y visualmente atractivo, no tienes nada que hacer.

Hay una serie de motivos concretos por los que un CV puede pasar desapercibido.  Quédate con la copla porque debes evitarlos por todos los medios:


1. En primer lugar, debes ser consciente de que un seleccionador de personal recibe, cada día, decenas de candidaturas. El secreto, por tanto, reside en ser diferente, en demostrar que no eres como los demás. En internet encontrarás multitud de modelos en los que inspirarte.

2. La extensión del CV es fundamental: no debe pasar, en ningún caso, de los dos folios; sin excusas. Sintetiza y pon solo lo que creas más relevante en relación al puesto al que quieres acceder y lo más reciente.

3. La fuente. Antes hemos dicho que hay que destacar pero mejor hacerlo de otra manera. Lo ideal son las tipografías de líneas claras y sencillas, que transmitan sensación de organización y profesionalidad. Arial, Calibri o Times New Roman, en tamaño de entre 10 y 12 puntos son las mejores opciones.

4.  Destaca en negrita las palabras clave, lo que quieres resaltar de verdad. Un consejo, no abuses porque puedes crear el efecto contrario.

5. En el formato del CV es donde puedes permitirte más licencias, el aspecto en el que plasmar tu originalidad. Siempre cuidando el aspecto, favoreciendo la imagen de ser una persona competente y adecuada para el puesto. Es importante que cuando empieces con el diseño, tengas en mente los valores de la empresa a la que postulas. Lógicamente, si tu candidatura va dirigida a un banco, tu currículum deberá ser más “sobrio” que para una agencia de publicidad. El secreto está en hacer las cosas con sentido común.


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Información publicada en: http://empleo.universiablogs.net


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