Situaciones difíciles se viven no sólo en casa con la familia o los amigos. También en la calle con extraños y en el sitio de trabajo.
Problemas o conflictos, lo que importa es buscar la manera de resolverlos, con resultados lo más favorables posible para todos los involucrados.
La solución de conflictos implica conocer los diferentes aspectos, personas involucradas, situaciones ocurridas. También, capacidad para escuchar todos los planteamientos y tomar nota de ellos, por supuesto. Asimismo, entereza, un espíritu analítico y no visceral, para un análisis objetivo de los hechos, elementos, sucesos.
En los problemas de estado suelen intervenir mediadores. En el ámbito laboral se puede recurrir a un sindicato, un representante ante la gerencia, un compañero con dotes de líder.
Lo importante es que ese vocero o mediador sepa expresarse de forma clara y precisa, que tenga facilidad para la oratoria, con un lenguaje coherente y sea respetuoso. Así podrá asegurar una sana discusión de la problemática para llegar a una solución satisfactoria para todas las partes.
Requiere de una disposición para el debate, atención y liderazgo
Sin duda, hay individuos con facilidad de palabra, mente clara, pensamiento metódico, con autocontrol, quienes pueden ser "la voz" de quienes se encuentran en desventaja en una circunstancia laboral.
En todo caso, dentro de la organización o empresa se debe procurar un ambiente armonioso, de conciliación en contraposición al enfrentamiento.
Por otro lado, los trabajadores deben conocer los detalles de su contratación colectiva, descripción de cargo (responsabilidades a cumplir), organigrama de la empresa. Estos datos son fundamentales para el correcto cumplimiento de sus obligaciones, lo que a su vez les permite tener claro para qué están allí, cuáles son sus funciones y cuáles no.
Cuando el trabajador se siente maltratado, considera que sus derechos son vulnerados, es víctima de mobbing (acoso laboral), debe acudir a un delegado, supervisor, gerente, para hacer el planteamiento con pruebas contundentes de estos hechos o circunstancias.
Hay que tener claro qué es un conflicto para no confundir un hecho aislado, que puede ser resultado de un desacuerdo, una confusión o una discusión puntual. Esto ayudará en el planteamiento de alternativas o una solución contundente. Se recomienda mantener la discusión a nivel de "conversación" y no de "confrontación".
Así los ánimos se mantendrán calmados y enfocados en la solución. Lo ideal es, una vez que se han escuchado todos los planteamientos, llegar a un punto de equilibrio resaltando siempre lo positivo, lo constructivo. No se debe forzar una salida, una solución. Debe darse por consenso, tras explorar todas las opciones prácticas que permitan una dinámica de ganar-ganar.
Armonía y Equilibrio
1. Una de las primeras recomendaciones en la resolución de conflictos es no negarlo de antemano. Hay que escuchar el planteamiento de las partes, determinar qué sucede y actuar en consecuencia. De la solución que se pueda encontrar resultarán unas excelentes relaciones no sólo laborales, también interpersonales. Se debe procurar fortalecer los mecanismos y habilidades de comunicación, a través de talleres, charlas o seminarios. Esto redundará en una óptima capacidad para la toma de decisiones.
2. Por otro lado, logrará aumentar la motivación en todos los niveles de la organización (gerentes, asistentes, obreros). Favorecerá también la capacidad creativa de los empleados y la cohesión de los "equipos".
3. Dado que se requiere un trabajo en equipo, es vital delegar responsabilidades cuando lo considere adecuado, brindar las herramientas necesarias (conocimiento) para un mejor desempeño, dirigir sin intimidar o quedándose fuera si "no sea necesario".
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Autor: marilin pino a. / mpino@eluniversal.com
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