Para muy pocos, un despido o el desempleo son acicates que los impulsa para sacar y poner a trabajar todos esos talentos y fuerzas que tienen para triunfar.
La identidad de los hombres descansa más en el trabajo. En tanto, ellas saben que deben cumplir con otros roles tanto o más importantes que la profesión, como el cuidado de los hijos y la organización del hogar.
Si usted ha perdido su empleo, independientemente de las razones o si ya tiene algún tiempo desempleado, estas ideas que le brindamos a continuación, podrían ayudarle.
Consejos cuando se está desempleado
1. Mantenga la calma y converse con su pareja e hijos. Hábleles de sus sentimientos e ideas sobre qué hacer de allí en adelante. No haga sentir culpable a su familia de sus problemas. Evite las peleas y sobre todo, no se tenga lástima ni permita que la depresión se apodere de usted. No descuide su alimentación, apariencia personal, ni a su pareja, hijos o amigos, pues ahora es cuando más los necesitará. Si le ayuda, vaya a la iglesia o converse con un cura amigo o con grupos de oración.
2. Evite a la gente negativa y las relaciones y hábitos intoxicantes. No se acerque al alcohol o a las drogas. Manténgase en buena forma física y trate de que su vida siga un curso positivo. Recuerde que el trabajo no es la vida; es solo una parte de su vida.
3. Revise su vida, su trabajo, su ocupación. Recuerde que, en el mundo actual, no es bueno estar aferrado a ideas o paradigmas sobre el trabajo que desempeñamos. Empiece a pensar que usted no tiene que hacer toda su vida el trabajo que hacía hasta ahora. Mantenga una actitud mental flexible. Céntrese en sus talentos y olvídese de lo que usted "era" y "hacía", etc.
4. Revise su presupuesto y propóngase reducir los gastos en todas las áreas posibles. Converse sobre sus ideas al respecto con su pareja e hijos y explíqueles por qué y cuáles gastos deberán ser reducidos. Escuche a su pareja e hijos cuando hablen y opinen sobre el particular. Piense, mientras halla algo, en hacer cursos, seminarios, etc., pero haga algo y no se quede todo el día rumiando su desgracia. Asocíese con amigos o colegas.
Si recibió una indemnización, no pague toda la deuda de su casa. Tampoco otras deudas ni mucho menos empiece a comprar cosas que no necesita, pues podría quedarse sin liquidez para otros gastos importantes. Mire dónde deposita su liquidación. Diversifique.
Continúe pagando al ritmo que lo venía haciendo y no demore en visitar a su banquero o acreedor para llevarle una carta o nota en la que explica su situación y la necesidad de que le revisen la letra dé su casa, carro, etc. Trate de negociar mejores términos para sus deudas mientras consigue otro trabajo.
5. Converse sobre cambios con amigos y gente que le aprecie. Hábleles de su deseo de conseguir otro empleo, no importa que sea en otra área diferente a la conocida y prepare un nuevo curriculum pensando que cada ocupación requiere habilidades que en otras no son tan importantes. Le recomendamos que lo ajuste a la clase de empleo a la que aspira. Enfatice en lo que usted sabe hacer bien y en su capacidad de adaptación y aprendizaje permanente. La experiencia, cuando ya tenemos cierta edad, asusta a algunos empleadores, pues más que un "plus", la consideran un "menos" para su adaptación o reinserción laboral en ambientes de rápido cambio.
6. Elabore una lista de las cosas o negocios que podría emprender y pondere sus posibilidades. Cuando se toma la decisión de "echar a andar" un negocio, lo más importante es autoanalizarse, para ver las potencialidades y habilidades que nos pueden ayudar a comenzar una empresa. Trate de meterse en negocios de los que usted conoce algo..
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