Los reclutadores ponen mucho énfasis en encontrar candidatos con las habilidades y competencias adecuadas para sus organizaciones.
Dependiendo del área de la carrera y la profesión que has elegido habrá aptitudes y conocimientos más específicos, necesarios para hacer tu trabajo. No obstante, complementando estos, existen competencias y comportamientos generales que son esenciales para conseguir empleo.
Estas capacidades, a menudo ignoradas por los candidatos, son los detalles a los que más atención prestan los profesionales de Recursos Humanos.
1. Perspicacia comercial: Se refiere a saber cómo un negocio o industria funcionan y cómo se diferencian del resto. Es importante demostrar que sabes lo que la organización quiere lograr a través de sus productos y servicios y cómo compite en el mercado.
2. Comunicación: Abarca tanto la expresión oral y escrita como la capacidad de escucha y entendimiento. Se trata de ser claro, conciso y centrado; ser capaz de adaptar tu mensaje para tu audiencia y escuchar el puntos de vista de otros.
3. Trabajo en equipo: Hay que manifestar que sabes trabajar con otros, pero también que eres capaz de manejar y delegar responsabilidades los demás. Consiste en crear relaciones de trabajo positivas que ayudan a todos a alcanzar metas y objetivos de negocio.
4. Resolución de problemas: Necesitas demostrar capacidad para adoptar un enfoque lógico y analítico para la solución de inconvenientes. También es imprescindible señalar que puedes acercarte a los problemas desde diferentes ángulos.
5. Liderazgo: No puedes pretender ser responsable de otras personas o asuntos importantes, pero si poner de relieve que tienes potencial para motivar a otros compañeros. Se trata de asignar y delegar tareas en otros, establecer plazos y predicar con el ejemplo.
6. Capacidad de negociación y persuasión: Saber proponer tus objetivos, pero también entender de donde viene la otra persona y lo que quiere, ya que así, ambos alcanzáis vuestros fines de una forma óptima.
7. Organización: Hay que manifestar que sabes priorizar. Es decir, trabajar eficiente y productivamente y administrar bien tu tiempo. También significa que eres capaz de demostrar a los empleadores cómo decides en qué hay que centrarse y cómo cumples los plazos establecidos.
8. Perseverancia y motivación: Las empresas quieren gente que tenga ganas de trabajar. La vida profesional presenta muchos retos y necesitas probar que eres el tipo de persona que no se desanima y que encuentra la manera de salir hacia delante, incluso cuando las cosas se complican.
9. Capacidad de trabajar bajo presión: No perder la calma ante los inconvenientes que se presenten y no agobiarte o estresarte demasiado.
10. Seguridad y confianza: En cualquier empleo debes equilibrar la balanza entre ser seguro de uno mismo y no ser arrogante. Además, es importante confiar en tus compañeros y en la propia empresa en la que trabajas.
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