Hace no mucho tiempo la productividad se medía en términos como el número de horas que duraba un empleado ocupando su lugar de trabajo, puntualidad, fuerza física, entre otros; indicadores que actualmente se encuentran obsoletos si hablamos de productividad en mayor medida, debido a la existencia de un nuevo y mucho más eficaz método que puede conducir a nuestra empresa a lograr los mayores niveles de productividad, ese método apunta siempre a llevar al trabajador a un punto en el que le es posible encontrar un equilibrio entre el trabajo y su vida personal.
El término lleva implícitos conceptos de motivación; debido a que un trabajador al que se le ofrece la posibilidad de ser feliz, de hallar la integralidad, será de por sí un trabajador motivado, uno que rinda y que entienda realmente la deuda y compromiso que tiene para con la empresa.
Cuando a un colaborador se le ofrece la posibilidad de crecer profesionalmente, tener tiempo para una familia, sin presiones como las de antaño, total libertad, autonomía y al tiempo se le remunera en función de sus logros, la productividad es una consecuencia inevitable, siendo esto producto de la consciencia que se genera en el mismo y el deseo latente de no defraudar a una compañía que como si fuera su casa, le ofrece todo.
Quisiera finalizar este articulo extendiendo una invitación para que nos compartas en los comentarios las técnicas y estrategias que usas en tu empresa para lograr que el personal se sienta feliz, motivado y comprometido con su trabajo. Seguro que entre todos saldrán aportes muy interesantes.
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