Enfrentar el acoso laboral

Todo puede parecer color rosa en la oficina. Pero, llega el día cuando el trabajador se da cuenta de que algo no anda bien. ¿Los indicios? Entrega su trabajo en el tiempo requerido, llega temprano a la oficina, se esmera en colaborar con sus compañeros... pero eso no basta para que, llegado el momento, sea promovido según el escalafón.

¿Qué anda mal? ¿Por qué no es tomado en cuenta? Lo más probable es que sea objeto del "mobbing" o acoso laboral.

Este se desarrolla por etapas, pero es preciso que el afectado observe con atención todo lo que sucede a su alrededor para poder determinar el hecho.

El acoso se inicia con un detonante, como todo conflicto. Puede ser que el jefe desee que la víctima se vaya de la empresa para proponer a un candidato de su preferencia. Otra razón puede ser la envidia, pues el jefe ya se ha dado cuenta de que el subalterno tiene mejores ideas y mayor capacidad para un cargo más alto.

Sigue el inicio del acoso laboral propiamente dicho, con un ataque sistemático -directo o indirecto- para debilitar psicológicamente al acosado. Los ataques pueden corresponder a una descalificación ante terceros.

También, sabotaje del desempeño de la víctima, maltrato y faltas de respeto. Esto hace que merme paulatinamente la capacidad de reacción del trabajador. La situación se complica con el paso de los días.

Los índices son más altos en todo el mundo de lo que se cree

A esta fase le sigue el contagio o trascendencia al resto del entorno. Es decir, puede suceder que terceros noten la situación y actúen para ayudar a resolverla o, por el contrario, se adhieran al acoso de diversas maneras. Esto sólo contribuiría con el afianzamiento de tal conducta arbitraria.

Normalmente, en esta etapa la víctima busca formas de hacerse escuchar; habla con un superior, se queja. Sin embargo, sus planteamientos pueden ser eludidos y el acosador recibe luz verde para continuar con su conducta.

El acoso continúa o se detiene según la actitud que asuman los directivos de la empresa al conocer casos en el entorno. Por supuesto, siempre se espera que ocurra lo segundo de manera que reine la armonía y la legalidad en el sitio de trabajo.

En el peor de los escenarios, el acoso se mantiene, acentuando la marginación de la persona, con exclusión declarada incluso de aquello a lo que tiene derecho.

La actitud de terceros que para el momento se han plegado al acoso, hace peso. El desenlace puede ser el abandono del trabajo bien sea por renuncia, despido injustificado, jubilación anticipada.

La víctima del acoso laboral puede quedar afectada de tal manera que requiera ayuda profesional para superarlo. Es vital entonces la asistencia para erradicar el sentimiento de fracaso y rechazo que se ha afianzado en la persona luego de un largo período sometido a este atropello, siendo blanco de trampas, humillaciones, faltas de respeto y sometido a tareas repetitivas e inútiles.

En el caso de que el afectado decida acudir a una instancia superior para denunciar el caso, es de vital importancia que demuestre fortaleza de carácter y recopile pruebas claras. De otro modo, sería poco probable que el caso prospere.

Tomar en cuenta

• Resulta útil y conveniente conocer las políticas internas de la organización para la cual trabaja. En relación con el acoso u hostigamiento laboral, es prudente indagar sobre la existencia de normativas contra este tipo de comportamientos. De esta manera sabrá cómo proceder si se presentara la situación.
• La comunicación es fundamental entre todos los miembros del equipo de trabajo. Sin llegar a los extremos de la ingenuidad, ante una situación incómoda, que le resulte injusta o inadecuada, lo mejor es hablar abiertamente con la contraparte.
• En muchas ocasiones, quien hace el "daño" no actúa de manera premeditada. Simplemente, se trata de un malentendido o una incompatibilidad en la manera de hacer y ver las cosas. Así, antes de asumir cualquier postura lo mejor es conversar y saber de la propia fuente si se trata de una actitud deliberada o no.
• Cuando ello no funciona la recomendación es buscar ayuda con instancias superiores. Y mientras tanto, seguir desempeñándose lo mejor posible, entregando su trabajo a tiempo y de forma impecable para demostrar que es un empleado valioso.

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Autor: Marilin Pino

El Universal

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