Cuida tu forma de vestir, presenta correctamente el CV, procura mostrarte lo más relajado posible e infinidad de ejemplos más que rebotan sobre nuestra cabeza momentos antes de enfrentarnos a una entrevista de trabajo. Pero ¿y cómo puedo saber el tipo de entrevistador al que me voy a enfrentar?
Dada la delicada situación que vive el país lograr una entrevista de trabajo se convierte muchas veces, en el único salvavidas, por lo que cualquier información al respecto de la misma es poca. Una reconocida empresa de RRHH ha elaborado un informe en el que se analizan los cinco tipos de entrevistadores más comunes y la actitud que deberá tener el candidato frente a los mismos.
Una entrevista se asemeja mucho a un partido de tenis, en donde la bola nunca queda en medio. Candidato y entrevistador logran obtener el mayor número de puntos (e información) posible. Recuerda que el entrevistador no logra descartarte o vencerte, sino saber que eres el mejor. Por lo tanto, deberás adaptarte de la mejor manera posible a la entrevista.
1.-Entrevistador estándar
Es el tipo de entrevista en la que el candidato se limita a responder a las preguntas que son formuladas por el entrevistador. Las preguntas suelen referirse a hechos o situaciones muy concretas por lo que la persona que aplica al puesto deberá ceñirse a lo que se le preguntan. Hablar de más, o salirse de lo que se le pregunta, será visto por el entrevistador como un desvío de atención. Este tipo de entrevista suele ser de las más comunes, por lo que muchos de los candidatos suelen conocer de antemano el tipo de preguntas, para poder así llevar las respuestas preparadas de casa y parecer más eficaz. Ten cuidado, sobreactuar penaliza tanto como no saber bien la respuesta.
2.-Entrevistador moderador
Muchas veces, a la hora de afrontar una entrevista, no estamos solos. El número de candidatos, y por tanto, personas que aplican a la misma oferta que lo hemos hecho nosotros suele ser muy grande. Uno de los elementos que utilizan mucho las empresas son los grupos de discusión o “assesment center”, en el que los candidatos afrontan un tema en concreto, o deben resolver una situación, siempre moderados por el encargado de selección de la propia entrevista.
Para situar este tipo de entrevista es semejante al utilizado en la película “El Metodo”, de la obra de teatro de Jordi Galcerán, “El método Gronholm”. Lo que se persigue es conocer cómo se desenvuelven los candidatos en un ambiente en el que no están acostumbrados, y las herramientas que utilizan para expresar su argumentación, razonamiento de los hechos y comportamiento frente a esa situación, la cual es inusual para el candidato. Un elemento que suelen utilizar mucho los responsables de RRHH y que en más apuros pone a los candidatos es el silencio. Buscan saber qué candidato es capaz de romperlo con una conclusión, una exposición final, pero ten cuidado, hablar por hablar muchas veces puede ser contraproducente. Recuerda que siempre estás aplicando a un puesto de trabajo, por lo que tus argumentaciones deberán corresponderse con el puesto al que aplicas.
3.-Entrevistador de venta
Lo que persigue conocer el entrevistador es el grado de implicación que podrá tener el candidato para el puesto. Son preguntas en las que el entrevistado deberá expresar de la mejor manera posible porqué es el mejor candidato y que aptitudes tiene para el mismo. No sólo debe limitarse al puesto en concreto, sino que debe tener constancia de la cultura empresarial de la empresa, ya que en una entrevista siempre se valora la capacidad de análisis global del candidato.
Muchas veces, el entrevistador quiere saber cómo defiendes tus debilidades, o que aspectos positivos has sacado de las mismas. Procura no ser el candidato 1.500 en contestar que tu debilidad es que te gusta trabajar demasiado, terquedad para conseguir objetivos o que te cuesta separar lo profesional de tu vida y aficiones. Este tipo de respuestas no penalizan, pero siempre podrás ganar puntos mostrando sinceridad y originalidad.
4.-Entrevistador incógnita
Este tipo de entrevistador suele ser una combinación del estándar y el de venta, en el que el entrevistador plantea incógnitas difíciles (o imposibles a veces) de resolver en el tiempo que dura la entrevista. Un ejemplo muy común que realizan las entidades financieras a sus candidatos es la de preguntarles por el número de sucursales en una determinada ciudad. No persiguen un resultado exacto, pero sí conocer la manera en la que analizan la pregunta e intentan dar el resultado más aproximado posible, es decir, su capacidad de síntesis y la manera en la que quieran dar respuesta al problema planteado. Por otro lado, existen preguntas en dónde prima la velocidad de razonamiento del candidato, y por tanto, la manera en la que logra un resultado concreto. ¿Cuántas veces a lo largo de un día se superponen las manecillas de un reloj?
5.- Entrevistador agresivo
Se ha tomado por válido en muchas empresas, y la función es someter al candidato a la mayor tensión posible, para comprobar su reacción. Se atacarán los puntos débiles que el entrevistador crea que pueden minar la moral del entrevistado, sus debilidades, todo con el objetivo de posicionarlo en una situación violenta. En principio, este tipo de entrevistas se dan para puestos muy concretos y porqué la compañía solicita explícitamente recabar esa información del candidato por encima del resto, ya que necesitan conocer a la perfección su comportamiento frente a este tipo de actuaciones. Es fundamental mantener la calma, y sí aun así no eres capaz, no debes lamentarlo, ya que simplemente quiere decir que no era un puesto acorde a tu forma de ser.
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