El objetivo fundamental de la carta de presentación es doble; por un lado, pretende suscitar el interés de quien va a recibir tu candidatura, de manera que lea tu CV con la atención que merece; por otro lado, pone de relieve los datos específicos de tu curriculum que hacen de ti la persona idónea para ese puesto.
Si quieres saber cómo elaborar una carta de presentación, no te pierdas este artículo.
Para empezar, tienes que tener claro que una carta de presentación debe transmitir profesionalidad y debe estar redactada de manera clara, concisa y por supuesto, sin faltas de ortografía. Su contenido debe ir dirigido a explicar porqué eres el candidato adecuado para el puesto, destacando y dirigiendo la atención del seleccionador hacia las habilidades, capacidades y conocimientos que puedes aportar a la empresa.
Explica qué es lo que más te atrae del puesto vacante, a qué aspiras y cuál es tu proyecto profesional. Si estás empezando y aún no tienes claro hacia donde quieres dirigir tu carrera profesional, enumera las tareas en las que te sientes más cómodo. No abuses de palabras como “personalmente”.
Otra cosa muy importante que debes tener en cuenta es que, igual que con el currículum, debes procurar que tu carta de presentación incluya algo que la diferencie y la haga original. Además, es recomendable que elabores una carta específica para cada oferta en la que te inscribas. Y, por supuesto, no debe ocupar más de una hoja.
En resumen, una buena carta de presentación debe contener referencias, a quién va dirigida, los motivos por los que quieres acceder al puesto, consideraciones, objetivos, despedida de cortesía, nombre, apellidos y dirección completa del remitente.
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