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Respeto a los subalternos

Haber logrado un ascenso o llegado a una empresa con un cargo de jerarquía lleva a muchas personas a incurrir en el error de actuar en forma despótica o de faltarle el respeto a sus subalternos.

Los expertos en asuntos laborales señalan que ser implacable y tirano no es sinónimo de excelencia, sino todo lo contrario. Y que los jefes que actúan de esa manera llegan incluso a perder la consideración y el respeto profesional no sólo de parte de sus subordinados sino también de los demás compañeros de trabajo.

Para Gerónimo Segovia, licenciado en Relaciones Industriales egresado de la Universidad de Carabobo y con una maestría en Psicología en la Universidad Simón Bolívar, en nuestro país la definición de jefe está asociada a personas inteligentes y capaces. "Pero no siempre es así porque -lamentablemente- en muchas ocasiones la jefatura se le otorga a quienes aparentan ser mejores; pero a la larga revelan la verdadera capacidad que tienen".

Explica que "usualmente estas personas para esconder su escasa capacidad para el trabajo que le han asignado actúan de manera soberbia e inflexible para impresionar a sus subalternos y al resto del personal de una empresa".

"Lo que hace es perjudicar al equipo de trabajo y a la organización a la cual pertenece". Suele pasar que los subalternos saben más que el jefe, pero esta persona se obsesiona con maltratar a quienes terminan por sabotearles su labor.

No siempre los jefes son las personas más inteligentes y capaces 

Indica Segovia que dirigir un equipo de manera absolutista suele acabar en un estrepitoso fracaso, mientras que asumiendo desde la humildad la conducción de los equipos de trabajo los jefes no cometerán grandes errores porque los miembros de los equipos los corregirán a tiempo y evitarán el fracaso de su gestión.

A su juicio la conducta típica del jefe arrogante no es más que una manera de ocultar su ignorancia con respecto a las formas correctas de relacionarse con el personal bajo su mando.

"En muchas ocasiones son gerentes que con diferentes artimañas han logrado escalar posiciones hasta llegar a los altos cargos pero no logran desarrollar equipos apasionados por su trabajo y su gestión se descalabra".

Estos arquetipos de jefes siempre pretenden tener éxito pero sin aprender los métodos y formas de gestionar una empresa o negocio, observa el profesional. Por eso siempre actúan de manera errónea y se valen de su poder para humillar a los empleados.

Agrega que un directivo que ignore que todos sus empleados pueden ayudarle a determinar cuáles son los factores que impiden llegar a objetivos y discrimina al personal siempre será un jefe poco exitoso en su gestión.

Este tipo de gerente olvida que una vez fue un empleado raso que tenía varias ideas de cómo mejorar la organización de la empresa y que fue tomado en cuenta por sus superiores y por eso no le da oportunidades a los miembros de su personal para que sean tomados en cuenta para ser ascendidos.

Advierte que "muchas veces los jefes prepotentes e insensibles lo que hacen es imitar estilos similares de actuar de sus propios superiores. Es decir, que los nuevos gerentes aplican patrones de conducta que aprendieron de quienes les antecedieron en el cargo".

Datos importantes
  • Dan Bobinski, experto en capacitación de personal y autor de varios libros sobre este tema, expresa que existen claves fundamentales para reconocer cuándo se está fallando como jefe y da algunos consejos para evitar modelos errados. Estas claves son: jefes que humillan, castigan y reparten disciplina cuando no se hace lo que ellos quieren. Los jefes que humillan a sus empleados frente a los demás integrantes del equipo fallan como líderes porque esa persona nunca se ganará el respeto del resto de los compañeros, sino el desprecio. "Además, pierde la motivación y se convierten en un obstáculo para el éxito".
  • Los jefes que castigan fallan porque nunca motivan al personal y ni le hablan de resistir ante el fracaso, pero cuando fallan les castiga. "Esto sucede cuando no se proporciona instrucción o entrenamiento para un trabajo específico, lo que debería ser su responsabilidad como jefe". Observa que repartir disciplina cuando los empleados no hacen lo que el jefe espera es de tiranos, porque el deber de un jefe es aceptar el fracaso de su empleado y enfocarlo en la dirección correcta. Hay que tratar de ampliar el campo visual como gerentes sin importar la jerarquía que se tiene dentro de la empresa.

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Autor: Edén Valera
El Universal

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