1. Los diplomados son excelentes opciones cortas para aprender sobre temas muy específicos; hoy en día la oferta es inmensa, ya sea online o presencial. Los mismos ayudan a dar giros rápidos en la carrera y a tomar mejores decisiones sobre actividades que ya vienen realizando. De hecho hay universidades de cuatro o seis diplomados, si se toman de forma continua, hacen la validación a una maestría.
2. Dar clases; haciéndolo de una manera responsable, preparando realmente a conciencia las cátedras a impartir, es una de las experiencias que más educan en la vida de un profesional, ya que obligan a actualizarse y a buscar información constantemente. (Por supuesto que también hay profesores improvisados que suelen llegar al aula y creen que su experiencia basta… a estos no me refiero).
3. La web puede proporcionar tanta o más instrucción que cualquiera de los programas allá afuera. Adquirir libros online a precios bajísimos, descargar white papers, presenciar webinars gratuitos, consultar en foros, seguir bloggers especializados o líderes de opinión en LinkedIn, y muchas otras acciones online pueden dar una panorama tremendamente actualizado sobre negocios y muchas otras áreas.
4. Maestrías. Si lo que se prefiere es la educación académica, hay varios MBA que pueden ayudar a comprender cómo se están moviendo las olas al día de hoy. El Financial Times publicó apenas hace un par de meses, su listado de los mejores MBA del mundo
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