A diferencia de lo que ocurría hace unas décadas, tener un contrato indefinido ya no es garantía de estabilidad laboral. Para lograr sobrevivir en este entorno incierto y cambiante, es imprescindible seguir una serie de pautas. ¿Las conoces?
Hace no demasiado tiempo, disponer de un contrato laboral era sinónimo de jubilarse en nuestra empresa y, en muchos casos, también una garantía de promoción o de poder seguir un plan de carrera. Esto aseguraba ascensos casi automáticos, que solían ir acompañados de continuas revisiones al alza de la nómina. Sin embargo, el actual contexto de crisis económica ha borrado de un plumazo estas dinámicas, hasta el punto de que mantener el lugar de trabajo ya es en sí una auténtica proeza.
Ahora bien, la difícil situación que atravesamos no debería condenarnos al inmovilismo en el trabajo. Para ello, y aunque el escenario laboral no deja de ser complicado, tenemos que ser proactivos y seguir las siguientes recomendaciones:
1. Ante todo, autoconfianza. Aunque es cierto que muchas variables quedan lejos de tu alcance, no hay que subestimar tus propias posibilidades: si bien hay situaciones que no puedes cambiar, siempre puedes elegir la manera de afrontarlas. Abordando los problemas desde la confianza en uno mismo y creyendo en tus propias opciones, el éxito estará un poco más cerca.
2. No bajar la guardia. La autoexigencia es fundamental para triunfar en el ámbito profesional.
3. Planificar metas ambiciosas y realistas al mismo tiempo puede darte alas a la hora de iniciar un proyecto.
4. Disfruta de tu trabajo. Afrontar el día a día con optimismo, centrando nuestra energía en los aspectos más motivadores, contribuirá a que aumente tu eficiencia y rendimiento.
5. Que el miedo no te paralice. Ser valiente no debe confundirse con ser imprudente o temerario. No te pongas barreras ni cortapisas: en la mayoría de los casos, detrás de cada logro alcanzado casi siempre se halla la semilla del riesgo.
6. No des la espalda a la ética empresarial. Desde hace años, la actividad de una determinada compañía no sólo se evalúa en función de sus resultados económicos, sino también tomando como referencia su aportación a la sociedad. No todo vale para sumar ceros a la cuenta de resultados. Y es que, contradiciendo a Maquiavelo, el fin no siempre justifica los medios.
7. Trabaja en equipo. El individualismo —que no la iniciativa— suele ser la antesala del trabajo. De ahí que aprender a gestionar equipos de trabajo sea la mejor garantía para sacar adelante cualquier proyecto de forma satisfactoria.
8. No descuides tu formación. No te engañes: lo que estudiaste en el instituto o la facultad no es suficiente para dar respuestas a los retos y desafíos que afrontan las empresas y el mercado del trabajo. Realizar cursos que actualicen tus conocimientos serán tu mejor pasaporte para consolidar tu trayectoria profesional.
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Información publicada en: http://www.quecursar.com/
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