¿Sabes por qué te llevas mal con tu jefe?

Es cierto que no todo el mundo saldría de copas con sus superiores, como también lo es que hay quien no acaba de congeniar con ellos. ¿A ti también te ocurre? Y si es así, ¿te has planteado por qué?

Admitámoslo: a nadie le gusta que le den órdenes, que cuestionen su trabajo o que le recriminen algunos hábitos o actitudes. Sin embargo, ése es parte de la labor diaria de un jefe, lo que puede convertirle en antipático a ojos de los trabajadores. 

Además, a esto se suma una serie de ideas preconcebidas erróneas sobre nuestros responsables, según se recoge en el libro Jefes, aprenda a conocerlos y gane su confianza.

Esta opinión es compartida por otros autores, quienes consideran que los empleados, a priori, tienden a creer que su jefe es una especie de dictador a pequeña escala y que se cerrará en banda a aquellas ideas que choquen con las suyas. 

¿Qué provoca esto? Por descontado, una mala disposición por parte de muchos trabajadores, que suelen ponerse a la defensiva y suelen ser poco autocríticos.

No obstante, no suele ser tan fiero el león como lo pintan. Y es que el jefe autoritario y poco dialogante es más propio del siglo pasado que de la empresa actual.

Para que la relación con tu responsable sea más fluida, toma nota de estos consejos:

1. Recuerda: tú también cometes errores. Por eso, una observación por parte de tu jefe no necesariamente es una muestra de menosprecio hacia tu trabajo, ni tampoco un intento de dejarte en evidencia. En lugar de buscar explicaciones de ese tipo, piensa en qué aspectos puedes mejorar.

2. Intenta hablar con él. No caigas en la trampa de pensar que no te escucha o que te ignora. En lugar de ponerte en actitud victimista, analiza fríamente en qué situaciones te has sentido ignorado y considera qué causas podrían haberlas ocasionado. Asimismo, conviene buscar alternativas que mejoren la comunicación entre ambos.

3. Ante todo, proactividad. No seas catastrofista ni te dejes llevar por el desánimo. Al contrario: al mal tiempo, buena cara. Sugerir alternativas y soluciones a los problemas te hará ganar puntos ante tu jefe, que te verá como una persona proactiva y comprometida.

4. Muestra interés en mejorar. Ya sea por lo que respecta a tu formación, o bien a tus habilidades y conocimientos relacionados con tu puesto de trabajo, tus superiores valorarán este gesto.

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