Crisol del conocimiento

Identificada como la Universidad de París para el mundo, la Sorbona sigue estando asociada a la protesta de los jóvenes estudiantes de 1968. 

Fue en su origen uno de los colegios que florecieron en el mismo lugar en el que ahora está, en el París medieval de la Montaigne Sainte-Geneviève.

El colegio fue fundado en 1257 por Robert de Sorbon, y de ahí el nombre de la institución. Pero no era propiamente la Universidad, ni se puede decir que París llevara la delantera a otros países, puesto que Italia, Inglaterra y España ya tenían las suyas establecidas en Bolonia, Oxford y Salamanca, respectivamente. 

El colegio de Sorbon se implantó en el corazón medieval de París como la institución de enseñanza teológica por definición y con los años adquirió el prestigio que le hizo ser conocida como "la Sorbona" en todas partes.

Era la institución que junto con otros colegios formó con el tiempo la Universidad de París, nombre con el que se le asoció mundialmente al paso del tiempo.

Se convirtió en uno de los colegios más importantes de la Facultad de Teología, junto con los de Navarre, el del Cardenal Lemoine y el Collège de Cholets; pero fue en aquel donde, en 1469, se instaló la primera imprenta de Francia.

La Sorbona es una de las más importantes instituciones de enseñanza europeas

El colegio en seguida empezó a desempeñar un papel creciente e importante en la vida del Reino de Francia, participando activamente en el debate intelectual y prosiguiendo sin pausa su labor de enseñanza.

En el Renacimiento ya el nombre de la Sorbona se asociaba con la Facultad de Teología, aunque no se limitaba a esta disciplina. Era un lugar de debate intelectual y llegó a ser la institución por la que pasarían quienes tenían intención de servir al Estado.

Mayo de 1968

En 1930 el número de estudiantes alcanzó los 14.500, 41% de los cuales eran mujeres -con 30 por ciento de extranjeros- que se podían alojar en la recién creada Ciudad Universitaria Internacional.

Posteriormente, la II Guerra Mundial causó un trauma a la institución. Pero el número de estudiantes volvió a experimentar un incremento espectacular ya llegada la paz: en 1965 eran 61.400 y preludiaba una masificación, que las estructuras anticuadas de la Sorbona ya no podían soportar. 

Fue el caldo de cultivo de la contestación de 1968, aunque es cierto que la Sorbona ya tenía una tradición contestataria desde hacía décadas, pues había sido destacado lugar de debate y confrontación intelectual. Una de las consecuencias del movimiento de protesta que se extendió por el mundo fue su impacto en la estructura de la Sorbona: primero se crearon nueve universidades distintas en la capital, que luego se ampliaron a trece.

En el actual edificio histórico tienen sus instalaciones varias de esas nuevas entidades surgidas de la reorganización universitaria post-1968: la Paris-Panthéon Sorbonne es una de ellas y la más importante de la ciudad. También aloja a París-III (Lenguas, Artes, Ciencias Humanas y Sociales), París V (la más prestigiosa Facultad de Medicina del país) o el rectorado de la Academia de París, que reúne a la administración del ministerio de Educación Nacional.

Cuna de varios premios nobel

1. Muchos nombres están asociados a la entidad, pero seguro que pocos como uno de sus grandes protectores y patrocinadores, el del cardenal Richelieu. En 1622, y buscando un lugar en el que pudieran descansar sus restos una vez muerto, ordenó la construcción de una capilla.
2. Fueron los tiempos en los que la Sorbona incrementaba su prestigio en todo el continente europeo y con el paso del tiempo otros edificios vinieron a completar la obra. Entre 1881 y 1901 se unificaron los existentes y es la imagen que ahora nos queda en pleno siglo XXI.
3. Durante la Ilustración, la Sorbona se alejó del control de la monarquía y de la religión, preludio de un papel laico que se afianzó con la Revolución Francesa. Ya en el siglo XX la Sorbona estaba destinada a convertirse en uno de los centros de referencia mundiales de la ciencia y la intelectualidad. Varios premios Nobel dieron a la institución el prestigio para servir de referencia internacional. Pierre y Marie Curie estuvieron en la lista de premiados con el galardón, pero el prestigio internacional que atribuyó a la Sorbona no fue suficiente para que modificara la sede ni su estructura y organización.

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Autor: Javier Alonso.

Efe Reportajes.

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