Tener unas expectativas demasiado elevadas o limitaciones en la formación puede jugar en contra del aspirante.
Son muy pocos quienes tienen la suerte de no haber caído en el desánimo tras un proceso de selección fallido, o después de que su currículum haya sido descartado una y otra vez. No es fácil, pero en estos casos, existe un buen sistema para quitar hierro a estos contratiempos.
Y esta técnica, según los expertos en recursos humanos Hilton Catt y Patricia Scudamore, no es otra que ser realista. Una postura que no sólo afecta a la situación del mercado laboral, sino también a nuestras propias limitaciones. Ser demasiado ambicioso puede hacer que nos planteemos objetivos que no están a nuestro alcance, o bien que las empresas no pueden proporcionarnos.
Por eso, antes de lanzarte a la caza de un empleo que responda a tus expectativas, debes plantearte cuáles son los límites, y desde las dos perspectivas indicadas.
Cuando no llegamos
Evidentemente, soñar es gratis. Pero en este caso, sufrimos el riesgo de caernos de la cama en el momento menos pensado. De hecho, es evidente que hay trabajos de los que no podemos responsabilizarnos por falta de formación o de experiencia profesional. Aunque desde fuera es fácil ver cuándo un empleo está fuera de nuestro alcance, es tentador intentar dar un paso demasiado grande. El síntoma más claro es que, pese a haber enviado un buen número de currículos, ninguna empresa contacta con nosotros para realizar una entrevista personal.
Es evidente que adquirir experiencia no es un proceso fácil. No sólo no podemos adquirirla de la noche a la mañana, sino que, además, no siempre está en nuestras manos (en el caso de aquellos sectores que apenas ofrezcan posibilidades profesionales). Sin embargo, no ocurre lo mismo con la formación. Apostando por los cursos adecuados u obteniendo una titulación oficial, podremos suplir total o parcialmente nuestras carencias.
Cuando buscamos un imposible
Un sueldo elevado, un buen horario, ausencia de responsabilidades, posibilidades de promoción… Esta ecuación es poco más que una quimera. Y es que difícilmente encontraremos un trabajo que incluya todo elpack. No nos llamemos a engaño: todo tiene un precio.
A esto hay que sumarle los rigores de la crisis económica, que han llevado a muchas empresas a empeorar sus condiciones de contratación respecto a años anteriores. Por ejemplo, ¿sabías que en el 2012 los salarios bajaron de media un 1,7% en España?
Aunque es tentador recordar los días de vino y rosas, no hay que perder de vista que la época de las vacas gordas pasó a mejor vida, y que tardará años en regresar… si es que lo hace. Mientras dure la tormenta, lo mejor es guarecerse, apretar los dientes y esperar a que amaine. Y si puede ser, sin perder el optimismo, pero siguiendo con los pies del suelo.
¿Te gustó este artículo? ¡Compártelo!
¿Deseas ver el artículo original?
Información publicada en: http://www.quecursar.com/ser-realista-el-primer-mandamiento-en-la-busqueda-de-empleo-7246.html
Una gran oportunidad de empleo te puede estar buscando en empleos.eluniversal.com ... no la dejes pasar!
No hay comentarios:
Publicar un comentario