Ya no basta con tener la mejor formación y una sólida carrera profesional a nuestras espaldas. Aunque estos dos aspectos continúan siendo una opción fundamental para cualquier aspirante a un puesto de trabajo, la situación del mercado laboral nos obliga a sumar a estas bazas un importante equipamiento de serie: las competencias.
Es la ley de la oferta y la demanda: a menos vacantes disponibles, mayor será el número de candidatos apuntados a cada oferta de trabajo y, por lo tanto, el nivel de exigencia de la empresa que organiza el proceso de selección correspondiente. De ahí la importancia de presentarnos a la entrevista personal con toda la artillería pesada.
Y no nos referimos únicamente a la formación, sino también a un valor añadido. Es decir: esa pequeña gran diferencia que no pueden aportar el resto de los aspirantes, y que nos convierten en la opción más acertada para conseguir el empleo que queremos.
El kit completo para encontrar trabajo
Es evidente que hay que contar con preparación académica y una titulación oficial, sobre todo si tienen que ver con el ámbito empresarial o los estudios técnicos. De hecho, haber cursado estudios superiores de segundo o tercer nivel nos da un 17,1% más de posibilidades de ser contratados que otro aspirante que sólo tenga estudios primarios, según un estudio de Manpower. Esta proporción prácticamente cuadriplica el dato del 2007, cuanto el nivel de formación apenas sí era tenido en cuenta.
En cualquier caso, tampoco hay que perder de vista otro de los pesos pesados de cualquier proceso de selección: las competencias clave. En este sentido, algunas de las más valoradas por los reclutadores son la proactividad, los dotes de comunicación, liderazgo y trabajo en equipo, la creatividad, la asertividad, el autocontrol y, sobre todo, la flexiblidad. En este sentido, enfocar tus intereses y capacidades a un único campo de especialización sin duda te restará puntos para culminar con éxito su proceso de selección.
No podríamos cerrar este retrato robot del candidato perfecto sin referirnos a la eterna asignatura pendiente de muchos profesionales: las lenguas. De hecho, de acuerdo con la encuesta mencionada, saber inglés aumenta un 44% las posibilidades de conseguir empleo, porcentaje que aumenta hasta un 65% si se quiere ocupar un puesto de ejecutivo intermedio. Si notas que deberías mejorar en este ámbito, no dudes en realizar cursos de idiomas que te ayuden a convertirte en el aspirante ideal. ¡Lo agradecerás!
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Información publicada en: http://www.quecursar.com/
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