En una entrevista, el postulante se puede ver sometido a distintas pruebas, entre ellas, al test de personalidad. Este tipo de exámenes evalúa hasta qué punto la personalidad del candidato se adecúa a las exigencias del puesto de trabajo gracias una ristra de preguntas que pondrán en evidencia ciertos rasgos del carácter del individuo al que se realice la prueba.
Hay una cosa que queremos que quede clara en caso de que tengas que enfrentarte a un test de personalidad: no mientas. Sabemos que siempre estamos insistiendo con lo mismo pero es muy importante que no te la juegues de esa manera.
Las pruebas serán evaluadas por psicólogos que tienen tablas de sobra para detectar mentiras en cuestión de segundos; además, debéis saber que no hay contestaciones malas ni buenas, simplemente reflejan la personalidad del candidato y si ésta se adapta al puesto de trabajo ofertado.
Por ejemplo, no es lo mismo buscar gente para cubrir un puesto de vigilante que de comercial, y las características que se les presuponen a cada uno, tampoco son iguales.
En cuanto a los tipos de test de personalidad, los expertos en recursos humanos diferencian los introspectivos de los proyectivos:
1. Test de personalidad introspectivo. Se caracterizan por plantear una serie de preguntas cerradas con tres opciones de respuesta (“sí”, “no”, “no sabe”). Lo que pretenden es forzar al postulante a elegir entre las alternativas propuestas para acotar así su perfil.
Las preguntas son repetitivas pero se formulan de manera diferente con el objetivo de comprobar si el candidato incurre en contradicciones. La información que extraen se recopila en un perfil de rasgos diferenciales de personalidad y miden el grado de autoconfianza, sinceridad, lealtad, agresividad, sociabilidad, estabilidad emocional, etc.
2. Test de personalidad proyectivo. En este caso, se plantean una serie de situaciones verosímiles en las que el candidato debe buscar y proponer una solución. La respuesta es por tanto, abierta e identifica la personalidad del individuo.
Y volvemos sobre lo mismo, todos los test de personalidad cuentan con sistemas de medición de sinceridad en las respuestas, así que responde con naturalidad. Es cierto que en ocasiones se plantean preguntas que, contestadas con sinceridad, darán como resultado respuestas políticamente incorrectas pero recordad que nadie es perfecto y que resulta muy sospechoso alguien que aparente serlo.
Por otro lado, si te toca enfrentarte a un test introspectivo tendrás que esforzarte. No vale atenerse siempre al comodín del “no sé” porque eso transmite la sensación de inseguridad y falta de decisión. Te recomendamos que no pierdas mucho tiempo en valorar las respuestas, en estos casos la intuición es tu mejor aliada.
Es clave saber administrar bien el tiempo porque este tipo de test suelen ser bastante extensos. Lo normal es que no puedas responder a todas las preguntas; esta demostrado que solo un 3% es capaz de finalizarlo.
Para terminar, decir que aunque cada puesto requiere una serie características personales, hay rasgos que siempre serán bien valorados como la responsabilidad, la puntualidad y las ganas de aprender.
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Información publicada en: http://empleo.universiablogs.net/
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Ante todo ser una persona tranquila y no esforzarnos por dar una respuesta pensada, hay que reflexionar y escoger la que más nos llame a la atención sin ser demasiado extremista
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