Dedica unos segundos a reflexionar: ¿últimamente te sientes apático, cansado?, ¿tienes cambios repentinos de humor y no puedes dejar de pensar en aquellas largas jornadas de terracitas con los tuyos?, ¿sientes que nada te motiva y te notas irritable?. Si es así, eres una víctima más del síndrome postvacacional; pero tranquilo, nosotros te vamos a dar las claves para que en menos de lo que esperas estés preparado para afrontar el nuevo curso.
Lo primero que debes saber es que no eres nada original. Los episodios de depresión tras las vacaciones son más comunes de lo que piensas.
Pero bueno, vayamos al grano, aquí tienes el listado de las cosas que puedes hacer para hacerle frente al síndrome postvacacional. ¡Empezamos!
1. Lo más importante es que no le des demasiada importancia a esta situación, lo normal es que disminuya a los pocos días de sumergirte de lleno en la rutina, pero si trascurridas las primeras dos semanas notas que no hay mejoría y que tu apatía va creciendo, pide ayuda a un especialista porque corres el riesgo de terminar en una depresión.
2. Bastante relacionado con lo anterior: no hagas un drama de la vuelta a las responsabilidades. Ya sabes lo importante que es afrontar la vida de forma positiva. Con la situación de crisis laboral que tenemos no te resultará complicado mentalizarte de lo afortunado que eres al tener un trabajo al que volver. Así que, cárgate de optimismo y ¡sonríe!
3. Tienes que empezar a establecer horarios fijos, también de sueño. Como te hemos dicho, los primero días te sentirás más cansado y para combatirlo lo mejor es que disfrutes de las horas de sueño necesarias. Ayuda a que el cuerpo y la mente se acostumbren al nuevo ritmo de vida.
4. Procura no empezar a trabajar un lunes. Es el día de la semana más odiado por todos y si encima lo eliges para volver a rutina puede que psicológicamente, la reincorporación se te haga aún, más cuesta arriba.
5. Míralo de esta forma, siempre te quedarán los fines de semana y los festivos. No pienses que ya no vas a tener un respiro hasta el próximo verano. Una buena idea es que marques en el calendario los festivos del año, así cada vez que te encuentres con uno te entrará una ataque de optimismo.
6. Olvídate de los relojes, al menos los primeros días. Si no te pasarás la jornada pendiente de la hora y es probable que tengas la sensación de que las horas no pasan y la desesperación se apodere de ti.
7. Tómatelo con calma. El proceso de readaptación debe ser paulatino, no pretendas abarcar más de lo que puedes nada más volver a la oficina y, por supuesto, no te lleves trabajo a casa. Dentro de nada volverás a estar al cien por cien y podrás recuperar lo que tienes atrasado.
8. Practica deporte diariamente. No sólo es bueno para la salud, sino que además te ayudará a combatir el estrés. Si tu trabajo se desarrolla en una oficina o similar, lo normal es que al final del día tu cuerpo te pida moverse y desconectar. No lo dudes, el deporte es la mejor opción para plantarle cara a la vuelta de vacaciones.
9. Cuida tu alimentación. Muchas veces pasa desapercibido pero es un factor fundamental. Come alimentos sanos y ricos en vitamina C y B; notarás como aumenta tu energía y mejora tu estado de ánimo.
10. Busca la motivación en el trabajo marcándote nuevas metas, esto te ayudará a levantarte cada día con la ilusión de quien tiene un buen proyecto entre manos.
Como complemento, siempre viene bien realizar algunos ejercicios de relajación. Ya sabes, come sano, práctica deporte, mantén una actitud positiva y, ¡respira!
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