1. Actitud positiva hacia el trabajo y la vida. En otras palabras, personas felices y que transmitan de forma visible sus ganas por trabajar, no todo el mundo es capaz de demostrarlo.
2. Facilidad para la comunicación. Vivimos en la era de la tecnología, todo el mundo está en Internet, por lo que se tienen muy en cuenta tus dotes de comunicación con los demás. Jamás estarás solo en el trabajo, tendrás relación con tus compañeros y/o clientes.
3. Capacidad para relacionarse con los demás. Haciendo hincapié en el punto anterior, aunque trabajes desde casa o estés en un despacho, debes relacionarte con el resto de personas. Tampoco es necesario que seas todo un relaciones públicas, pero sí que tengas capacidad para relacionarte y no quedarte aislado en tu puesto de trabajo.
4. Confianza. Ya hemos hablado de esto en otras entradas, pero si no confías en ti mismo no lo hará ni el seleccionador, ni los clientes, ni tus jefes o compañeros. La llamada para hacer la entrevista es un paso muy importante, esa llamada significa que la empresa te valora como un trabajador potencial, pero aún tienes que demostrarlo, por esa razón tienes que ir a la entrevista con la mentalidad de que puedes hacer ese trabajo ¡confía en ti mismo!
5. Capacidad de análisis y resolución de problemas. Los problemas surgen en todos los puestos de trabajo y hay que saber solucionarlos. Los seleccionadores querrán una persona resolutiva. Para eso necesitas saber qué es lo que ha pasado y luego solucionarlo intentando que no vuelva a suceder.
6. Adaptabilidad. Los entornos y los puestos cambian, sobre todo en estos tiempos. Lo mejor es mantenerse actualizado, de esta forma sabrás lo que pasa, podrás adelantarte a los acontecimientos y tendrás más posibilidades de adaptación. Si demuestras esto, el seleccionador se quedará más tranquilo sabiendo que podrás evolucionar a medida que lo haga la empresa.
7. Auto-motivación. Muchas personas usan el sueldo como motivación, sabemos que en los tiempos que corren es importante, pero si en una entrevista dejas ver que es lo que más te motiva, serás descartado. Lo mejor para la motivación, es trabajar en algo que te ilusione y te apasione, esto hará que disfrutes y crezcas en tu puesto. No olvides que vas a pasar largas temporadas, o al menos intentarlo, haciendo tu trabajo y hacer un trabajo que no te motiva puede convertirse en una tarea muy dura.
8. Liderazgo. Este aspecto ya no sólo se refiere a que tengas que dirigir personas directamente, si no que en caso de que tu jefe no esté, tú seas capaz de solucionar la situación (punto número 5) y si fuera necesario guiar a otras personas. También se refiere a la capacidad que tienes para liderarte a ti mismo, es decir, tu capacidad de disciplina, organización y gestión de tu tiempo.
9. Trabajo en equipo. Aquí entran en juego tus capacidades de comunicación, tu relación con los demás y tu liderazgo. El seleccionador quiere saber tanto si eres capaz de dirigir un grupo como si puedes, o no, trabajar en armonía y eficacia con otros.
10. Conocimientos de tu puesto de trabajo. Parece una obviedad, pero es importante, por ejemplo, que si piden experiencia con un programa sepas utilizarlo, si piden hablar inglés deberás demostrarlo. Para ello lo mejor es analizar bien la oferta y saber si cumples o no los requisitos (especialmente los específicos), porque si no los cumples, no tienes nada que hacer en la entrevista.
Puede que no tengas todas las cualidades, es normal. Lo que te aconsejamos que hagas es que refuerces aquellas que sí tienes, tanto en tu CV como en la entrevista.
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