Charles Day es el fundador de The Lookinglass, un grupo de consejeros y coaches especializado en negocios innovadores y creativos. En una colaboración con el portal Fast Company, Day asegura que hay cuatro principales ventajas competitivas que un líder creativo puede aportar a una iniciativa empresarial o a la gestión de un equipo.
1. Definición del contexto
El contexto es el activo más apreciado de liderazgo empresarial, porque sin él, todas las decisiones se convierten en una suposición.
Los grandes líderes no son necesariamente líderes valientes, sino bien informados, sobre las consecuencias de sus decisiones, lo que hace que sea más fácil para ellos para tomar hasta las decisiones más duras. El resultado es que son capaces de mantener sus empresas enfocadas.
Sin embargo, según Charles Day, el contexto de una empresa lo modela cada vez más el empresario. Es importante saber en qué contexto la empresa optimizará sus operaciones y hay que saber adaptarlo en la medida de lo posible, y ahí es donde entra la creatividad.
Las empresas con voluntad de definir el futuro son las que más talento atraen, y aportan soluciones nunca antes imaginadas porque ven un paso más allá.
2. Valores claramente definidos
La mayoría de los líderes tienen una definición instintiva del bien y del mal, de lo correcto y lo incorrecto, y se basan en los instintos en cada situación. Pero los líderes excepcionales se toman su tiempo para definir los valores de forma explícita para cada situación.
Además, la definición de valores ad hoc permite abordar uno de los aspectos menos comprendidos de la construcción de un negocio atractivo: la cultura de empresa.
Para esos líderes, incorporar sus valores en una marca personal claramente definida les representa una brújula para dirigir la empresa. En este sentido, para Day, la marca personal es más que la ecuación simplista de nombre de la empresa y cargo. Hay que saber ser original incluso en esto, como carta de presentación del individuo y de la compañía.
Vivimos en una era donde todos estamos hiperconectados, pero esto, lejos de conectarnos más, hace que muchos creen muros, trabajando una imagen que no es cierta, no es realista, no es espontánea. En este contexto, hay que tener olfato y detectar la gente más auténtica, para luego confiar en ella.
Y es que el combustible de la confianza es la transparencia. Esto no significa compartir toda nuestra información en todos los ámbitos que interactuamos, pero si saber qué es lo que estamos dispuesto a revelar de nosotros y hacerlo de manera verídica. Es lo mínimo que podemos hacer si esperamos lo mismo de los demás, afirma Charles Day.
4. Atender a los impulsos
En el entorno empresarial de hoy en día, el movimiento es el combustible esencial. Los líderes más dinámicos son capaces de tomar decisiones rápidas, aunque maduradas, y seguir adelante. La innovación es resultado de arriesgarse, no de ser conservador.
Y no importa si son solo pequeños pasos, pero es importante moverse constantemente. Si cada día hacemos una mejora del 1%, en 50 días habremos doblado nuestra propuesta. Es lo que se conocen como ganancias marginales agregadas.
Para ello es importante crear un momento de toma de decisiones al día, de dirección del rumbo del negocio. Y no hay que buscar siempre la perfección, sino pensar en crear progreso, aunque algunos días restemos puntos.
Las empresas mueren en la búsqueda de la perfección, mientras que algunas ideas que en cierto momento nos hacen retroceder, luego nos dan más fuerzas. Las ideas más creativas necesitan su tiempo, su espacio, pero acaban siendo las mejores.
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