Por trivial que pueda parecer la pregunta sobre el sentimiento que embarga a cada persona en la mañana al levantarse para ir al trabajo, la respuesta es crucial. Si la actitud es positiva, si hay motivación el rendimiento será alto. En caso contrario, cuando la persona es presa de la pesadumbre, siente tedio de ir a la oficina, sin duda tendrá dificultades para alcanzar las metas, tanto de la empresa como personales. El estado de ánimo respecto a la actividad laboral es crucial; cuando es positivo las responsabilidades más que una carga son un reto y cuando es negativo, los problemas aumentan cada día.
Las condiciones de trabajo actuales se caracterizan por una fuerte presión, una demanda de atención y una competencia despiadadas, además de salarios que no pueden crecer a la par de las exigencias personales. La economía mundial, en crisis, podría nublar cualquier signo de optimismo en el sector laboral. Sin embargo, no desistir y captar las oportunidades en medio de este remolino es lo que logran quienes mantienen una actitud positiva.
Por un lado están las corporaciones, que buscan aumentar su clientela, ser líderes del mercado. Por el otro, los trabajadores, que pueden sentirse o no a gusto con lo que hacen y el trato recibido.
Sentirse a gusto con lo que hace es vital para aumentar el rendimiento
Un ambiente con condiciones óptimas de higiene, iluminación adecuada, mobiliario ergonómico, además de herramientas de trabajo que permitan cumplir con las responsabilidades inherentes al cargo, permiten al trabajador estar a gusto y cumplir a cabalidad con sus asignaciones.
Un espacio incómodo, donde abunda el ruido, la iluminación es deficiente, existen daños estructurales (como humedad) aniquilan las ganas de ir a trabajar cada día.
El optimismo se evapora ante un entorno que no le resulta agradable y mucho menos saludable.
Tomar en cuenta
El grado de felicidad o el nivel de satisfacción del trabajador incide directamente en su rendimiento y, en consecuencia, en las ganancias de la organización.
Pero, ¿qué motiva a un trabajador? Más allá del tema del salario, que es vital, hace falta reconocimiento de su desempeño por parte de los jefes, deben contar con el apoyo operativo en el cumplimiento de sus tareas.
Cuando un jefe delega en su subalterno le plantea un gran reto y le demuestra su confianza. Esto desencadena la creatividad, echa a andar la maquinaria mental para lograr aquello que le ha sido encomendado y alcanzar los mejores resultados. Por supuesto, son vitales las relaciones personales positivas, disciplina, control y autonomía; respeto y reconocimiento al desempeño. El trabajo en equipo, con objetivos bien definidos, además de formación adicional y equilibrio entre la vida laboral y la personal... todos son aspectos que contribuyen a la "felicidad" o satisfacción laboral.
Datos de interés
- Para implementar medidas de motivación laboral ésta se debe definir, incluso con la ayuda de los propios trabajadores. Indagar qué significa para ellos y mejorarla.
- Los trabajadores mal pagados, subpagados o en situación de desmejora salarial, suelen estar bloqueados en el área motivacional. Aunque tengan buenas ideas para proponer y deseen participar más en ciertas actividades, si no se les toma en cuenta y se les permite opinar, los invade la apatía y la resignación.
- Cuando un gerente o coordinador observa que alguna iniciativa de los empleados funciona, tiene resultados positivos... ¿por qué no hablar al respecto? ¿por qué no reconocerlo y mejorarlo? Incluso, de acuerdo con las posibilidades corporativas, se puede establecer un premio o distinción para esa iniciativa. Se trata de un agradecimiento que, en definitiva, va a funcionar como un detonante de la creatividad y la motivación para los trabajadores. Las ideas valiosas pueden venir de cualquiera de los "compañeros".
Autor: Marilin A Pino
El Universal
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