Iniciar un negocio propio no solo debe ser una necesidad cuando por alguna razón no logramos conseguir un empleo, sino también una oportunidad, teniendo en cuenta las diferentes ventajas que presenta ante trabajar en el negocio de alguien más.
Veamos a continuación cuáles son las principales ventajas de iniciar un negocio propio:
1. Posibilidad de ganar mucho dinero
Un negocio propio nos da la posibilidad de llegar a ganar grandes sumas de dinero, dependiendo del esfuerzo y la dedicación que le pongamos al negocio, y nuestra capacidad para utilizar el dinero y el trabajo de otras personas como apalancamiento.
A diferencia de un empleo, en donde estamos limitados a un sueldo asignado muchas veces por alguien que no reconoce nuestro verdadero desempeño, y que difícilmente crecerá mucho a menos que acumulemos varios años de experiencia y obtengamos muchos títulos.
2. Mayor tiempo libre
Con un negocio propio es probable que al principio tengamos que trabajar todo el día durante todos los días de semana, pero con el tiempo podemos disponer de un mayor tiempo libre si logramos crear un sistema de negocio eficiente y sabemos delegar funciones a las personas adecuadas.
A diferencia de un empleo, en donde tenemos que cumplir con nuestras horas de trabajo aún cuando ya hayamos culminado nuestro trabajo del día, y todo para que el poco tiempo libre que nos queda lo pasemos cansados de tanto haber trabajado.
Con un negocio propio no solo tenemos mayor tiempo libre, sino que también podemos establecer nuestros propios horarios y así, por ejemplo, empezar a trabajar a la hora que deseemos o ausentarnos de nuestro trabajo por uno momentos, aunque siempre dejando a alguien encargado si es necesario.
A diferencia de un empleo, en donde estamos sujetos a los horarios establecidos por alguien más y que por lo común implican llegar al trabajo bien temprano en la mañana, empezar a trabajar a la misma hora, comer a la misma y regresar a casa a la misma hora, aún cuando ya hayamos culminado nuestro trabajo del día hacer un buen rato.
4. Ser nuestro propio jefe
Con un negocio propio nosotros somos nuestros propios jefes (aunque ahora los que podríamos considerar como jefes son nuestros clientes, los cuales por cierto serían unos jefes muy exigentes e implacables), no tenemos que rendirle cuentas ni darle explicaciones a nadie, y somos nosotros los que tomamos las decisiones importantes.
A diferencia de un empleo, en donde siempre estamos bajo las órdenes de alguien que siempre nos está mandando y diciendo lo que tenemos y lo que no tenemos que hacer, que en cualquier momento nos puede despedir, y que en muchas ocasiones está menos calificado que nosotros.
5. Utilizar todo nuestro potencial
Con un negocio propio tenemos la oportunidad de utilizar todo nuestro potencial, de expresar toda nuestra creatividad, y de aprovechar al máximo nuestras habilidades y conocimientos, a la vez que las desarrollamos y aprendemos más.
A diferencia de un empleo, en donde estamos limitados a la rutina, a la monotonía y a las normas establecidas por alguien más, en donde desperdiciamos nuestra verdadera capacidad, y en donde, en caso de que queramos expresar nuestra creatividad, lo más probable es que alguien termine por impedírnoslo.
6. Tener la satisfacción de ser emprendedor
Con un negocio propio podemos tener la satisfacción de haber creado algo por nuestra propia cuenta aún cuando no lleguemos a alcanzar el éxito, y en caso de sí haberlo alcanzado, de haber sacado adelante algo que empezamos desde cero, y de haber sido los únicos responsables de su éxito.
A diferencia de un empleo, en donde trabajamos en un negocio creado por alguien más, y que en caso de alcanzar el éxito, todo el esfuerzo y la dedicación que hayamos puesto, lo más probable es que no terminen siendo reconocidos como realmente deberían.
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Información publicada en: http://www.crecenegocios.com
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