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La mitad del año es siempre un buen momento para hacer un balance de lo que se logró en el primer semestre y lo que se desea lograr en el siguiente.
Sin embargo, es frecuente que nos hagamos propósitos que no logramos cumplir durante el año y al final nos sintamos frustrados por ello.
La razón de no poder alcanzar nuestras metas, muchas veces tiene que ver con que no las planeamos adecuadamente, ni construimos el contexto óptimo para lograrlas.
Para superar estas dificultades y poder alcanzar nuestros objetivos es necesario tener en cuenta una serie de pautas que nos permitan definirlos con precisión, determinando con claridad qué buscamos, hasta dónde queremos llegar, qué estamos dispuestos a dar para lograrlos y cómo sabremos que lo logramos.
Un ejemplo de estas pautas tiene que ver con los “objetivos SMART” (inteligentes). El término SMART, en este caso, es un acróstico en inglés de las palabras Specific, Measurable, Attainable, Relevant, Time-bound.
Specific (Específico)
Esta característica es primordial y suele ser el punto en el que fallamos cuando nos planteamos una meta. Un objetivo vago o poco claro lleva a un resultado vago.
Toda nuestra mente, tanto conciente como inconciente, debe saber que es lo que perseguimos, para actuar, en todo momento, de manera coherente con lo que buscamos, por lo tanto, es fundamental definir nuestro objetivo específicamente, de tal forma que cualquiera pueda entenderlo cuando se lo expliquemos.
Un aspecto realmente relevante cuando nos planteamos un objetivo, es hacerlo de manera positiva, nunca negativa, por ejemplo, un objetivo no debe ser: “no quiero pelear más con mi líder”, sino: “quiero tener una relación armónica y tranquila con mi líder”.
Como regla general, también ha de determinarse con exactitud dónde, cuándo, cuánto y cómo piensa alcanzar su objetivo.
Measurable (Medible)
Nuestro objetivo debe ser comprobable y medible. Por ejemplo, “ser feliz” no es nada específico y no se puede calcular o medir, tendremos entonces que definir algo que nos haga felices como por ejemplo pasar los fines de semana con la familia, cambiar determinada actitud para que el ambiente laboral sea más sano, etc.
Así, sabremos perfectamente, si estamos teniendo éxito o no en el logro de nuestros sueños y metas. LA clave es que se pueda medir y que cómo quede planteado ya tenga una forma de ser medido, salir 30 minutos a caminar dos días por semana, realizar una reunión mensual con el equipo, etc.
Attainable (Alcanzable)
Un objetivo puede ser alcanzable o no por varias razones. Podemos conseguir lo que nos propongamos, siendo creativos, dedicando esfuerzos y planteando los objetivos de tal manera que dependan de nosotros mismos.
Este punto es fundamental, porque en ocasiones nos planteamos objetivos que no dependen de nosotros y por eso fracasamos, por ejemplo, planear una reunión familiar al aire libre depende de nosotros, pero realizar la reunión en un día soleado, se sale de nuestras manos.
Otras veces, queremos lograr cosas muy ambiciosas, como por ejemplo tener el cargo más importante en nuestra compañía, lo cual en muchas ocasiones es posible, pero debemos ser consientes que para lograrlo primero debemos haber pasado por otros 6 o 7 cargos y haber realizado los aprendizajes necesarios en cada uno de ellos.
En otras palabras, la cuestión es, además de tener muy claro nuestro objetivo, también debemos tener muy claro el costo y los pasos para de alcanzarlo, irlo descomponiendo por etapas para lograr avances en el corto y mediano plazo.
Debemos realizar un análisis de nuestras fortalezas y oportunidades de mejora, identificando los recursos disponibles y los aspectos en los que debemos trabajar.
Relevant (Relevante)
A esta altura del proceso, es oportuno preguntarse si el objetivo propuesto es para nosotros. Es el momento de analizar aspectos como: ¿es algo que nosotros queremos o es algo que otros quieren para nosotros? ¿Lo que queremos conseguir es lo suficientemente importante como para apostar por ello?, es decir ¿el esfuerzo que vamos a hacer se compensa con lo que vamos a alcanzar? Porque es importante no perder de vista que cuando hacemos un cambio, ganamos algo pero también perdemos algo.
Por ejemplo, si nuestro deseo es ahorrar más, tenemos que poner en una balanza lo que vamos a ganar (poder comprar una casa o un carro…), con lo que vamos a sacrificar (salir menos a comer por fuera de la casa, etc.).
Lo que ganamos y lo que perdemos debe ser aceptable tanto para nosotros mismos como para las personas a nuestro alrededor.
También es relevante que cuando pensemos en nuestro objetivo, sintamos paz y satisfacción, si sentimos malestar al pensar en él, debemos tomarnos el tiempo para revisar nuestra meta.
Es fundamental, además, que el objetivo vaya con nosotros, es decir, que se ajuste a nuestro estilo de vida, a nuestros objetivos vitales, dicho de otro modo, que sea coherente con nuestra filosofía de vida, ya que vamos a hacer una apuesta por él.
Time-bound (Correcto en el tiempo)
Por último, hay que asegurarse de que sea correcto en el tiempo. Es decir, debemos calcular un tiempo concreto para el alcance del objetivo, que sea sensato y acorde con nuestras posibilidades.
Por ejemplo, es totalmente posible aprender un idioma nuevo, pero si planeamos hacerlo en dos días, seguramente no lo vamos a lograr.
Es necesario entonces, planificar y darse el tiempo necesario pero siempre determinando una fecha exacta para que el logro del objetivo no se dilate y nos sintamos empujados a avanzar.
Si notamos que el tiempo propuesto es poco, es posible que tengamos que desglosar el objetivo en varios pequeños, por ejemplo, si queremos adelgazar 12 kilos en seis meses, querrá decir que debemos perder 2 kilos por mes, y ante todo primero debemos matricularnos en un gimnasio.
Arriesgándonos a plantearnos nuestros propios objetivos y a luchar por ellos, lograremos muchos aprendizajes además de la consecución de nuestras metas, nos demostrarnos que somos capaces de alcanzar lo que queremos, lo cual mejorará nuestra autoestima y funcionamiento en las diferentes áreas de nuestras vidas. Lograr nuestros sueños nos brinda sentido vital y satisfacción.
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Información publicada en: http://www.consultoria-humana.com
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