Superas diversas entrevistas, psicotécnicos y dinámicas de grupo, llegas a la entrevista final del proceso de selección y… finalmente, no eres la persona elegida para ocupar el puesto al que aspiras. Si esta situación se repite, es posible que debas prestar atención a algunos aspectos. ¿Quieres saber cuáles son?
Eso sí: antes de nada, no hay que perder de vista encontrar trabajo no es precisamente un reto asequible, sino todo lo contrario. De todos modos, que sea una tarea difícil no implica que sea imposible. Y menos para quienes siempre se quedan a las puertas de conseguirlo. Si éste es tu caso, te resumimos las claves para que la próxima vez seas tú el/la elegido/a.
¿Buscas trabajo y te quedas siempre a las puertas de conseguirlo? ¡Ponle remedio!
Prepara la entrevista a conciencia. Memoriza las fechas más importantes de tu curriculum, destaca tus logros y puntos fuertes, documéntate bien sobre la empresa y ten preparada siempre una respuesta para las preguntas más habituales.
Sé realista. Es evidente que en los procesos de selección hay que saber venderse. No obstante, esto no debe de ser sinónimo de caer en la arrogancia ni perder de vista cuáles son nuestras limitaciones. Inflar nuestra experiencia profesional o nuestro nivel de formación te puede acabar pasando factura, e incluso, dejarte en evidencia.
Actitud positiva. Aunque ya lleves varios chascos a tus espaldas, está terminantemente prohibido dejarse llevar por el desánimo. Los seleccionadores difícilmente se decantarán por alguien que parezca resignado o triste, y menos en los tiempos que corren. No pierdas de vista que uno de los aspectos que más se valoran en cualquier aspirante es la proactividad y el entusiasmo.
No preguntes por el número de finalistas. Se trata de una pregunta tabú, ya que el reclutador puede pensar que desconfías de tus posibilidades. Olvídate de los demás y procura ser tú mismo/a.
No saques a relucir tus experiencias fallidas. Diciendo a tu entrevistador que ya te han descartado en varios procesos de selección, no sólo harás que te vea como una persona pesimista, sino que empezará a hacer cábalas sobre las razones por las que desestimaron tu candidatura.
No critiques a tu actual empresa. Éste es un error de manual, pero también uno de los más frecuentes. Si lo haces, puede que tu interlocutor piense que no eres de fiar, o que lo único que te interesa del puesto de trabajo ofertado es la posibilidad de escapar de tu empleo actual. Ten cuidado.
Aprende de los errores. A pesar de que pueden haberte descartado varias veces, no permitas que te venza la frustración y convierte el fracaso en aprendizaje. Los procesos de selección fallidos pueden darnos valiosas lecciones de lo que no debemos hacer en el futuro. ¿Llegar dos minutos tarde? ¿Quizás una indumentaria demasiado informal? ¿Una respuesta que no gustó al entrevistador? Haz una radiografía del proceso y busca qué aspectos son mejorables.
¿Te gustó este artículo? ¡Compártelo!
Información publicada en: http://www.quecursar.com/
Una gran oportunidad de empleo te puede estar buscando en empleos.eluniversal.com ... no la dejes pasar!
No hay comentarios:
Publicar un comentario