La discriminación sexual en el trabajo es ilegal. Se pregona que tanto hombres como mujeres deben tener las mismas oportunidades de alcanzar puestos ejecutivos. Sin embargo, en muchos casos la realidad no se apega al "deber ser". "Tuve varios ascensos en la empresa donde trabajé por 25 años. Llegué a ser Consultora Jurídica, luego de haber empezado como "abogado 1". Pero, precisamente como especialista en leyes, puedo decir que las mujeres tienen el camino difícil para alcanzar el poder. Aunque cada vez son menos los espacios donde los hombres dominan, ya ni en la casa mandan ellos. Esa frase que reza: "detrás de cada gran hombre, hay una gran mujer", es verídica, y para demostrarlo nos hemos atrevido a conquistar los lugares que antes eran reservados sólo para ellos", contó Graciela Avendaño.
La maternidad, los hijos, los asuntos del hogar, las emociones, las hormonas… son algunos de los factores que le adjudican a las mujeres como impedimento para obtener los puestos directivos dentro de su lugar de trabajo. Los hombres se consideran más fríos y decididos, con más ambición y astucia, y por ende creen que les corresponde manejar los puestos de más responsabilidad.
Pensar así, además de ser un absurdo total en estos tiempos, es un acto discriminatorio.
Las habilidades, inteligencia y liderazgo de una persona no deben cuestionarse por su sexo. Y las mujeres con poder lo confirman.
Cada vez son más las mujeres que aspiran cargos de gran importancia
Según un estudio realizado por Jack Zenger, autoridad mundial en el desarrollo del liderazgo, las mujeres tienen un índice de efectividad en liderazgo de 53% frente a 49% de los hombres. De un total de dieciséis habilidades analizadas las mujeres resultaron mejor valoradas en todas, excepto en un único caso: la perspectiva estratégica, en la que los hombres salieron favorecidos. Los datos anteriores son el resultado de una encuesta realizada a 7.280 líderes a nivel mundial, de los cuales la mayor parte eran varones (64%).
Expertos en el tema han identificado tres causas por las que las mujeres tienen unas dificultades añadidas para el ascenso que están directamente relacionadas con sus habilidades personales. Son más reservadas para exponer su trabajo. Temen quedar como egocéntricas si se regodean con sus logros. No sólo hay que trabajar bien, sino que además hay que saber transmitirlo. De nada sirve tener talento, si no se desarrolla.
Tienen problemas para gestionar su red de contactos. Este punto tiene relación con lo dicho anteriormente, ya que si no se han dado a la tarea de mostrar sus habilidades en el trabajo, las cabezas de la empresa no conocerán su valor y será difícil que le reconozcan su esfuerzo. Si una mujer desea ascender debe construir una red de contactos dentro y fuera de la organización para dar a conocer su trabajo.
Expresar abiertamente los intereses y necesidades; es decir, ser asertiva sin miedo ni pena. Si se considera capaz para realizar una tarea de mayor responsabilidad no piense postularse y hablar del porqué sería la elección ideal para el cargo.
Toda mujer debe luchar por el puesto que merece. No esperar que otro la descubra y la ascienda. Mostrar el talento es el primer paso para ser reconocida.
Consideraciones
- Las mujeres tienen fama de ser "problemáticas" con sus compañeros de trabajo. Pero enseñan con el ejemplo que es un mito.
- La mujer demuestra que su carrera profesional tiene importancia. Poner siempre por encima de sus responsabilidades laborales, los problemas personales es un freno para lograr un ascenso.
- Toma decisiones con la cabeza y no con las emociones. Los hombres acostumbran a ser más fríos y no evaluar las propuestas con un manto de subjetividad que le resta profesionalismo a su labor.
- Aprovecha las oportunidades para relatar su desempeño, éxitos y talento. Sentirse segura y confiada de sí misma es la mejor carta de presentación.
- Las féminas hacen que las personas que tienen poder de decisión sepan de su rol. Incluyen en la agenda comer con determinadas personas o asistir a eventos, reuniones, donde participen personas que sean influyentes en el entorno.
- No esperan a que alguien de su lugar de trabajo adivine que desea un ascenso, expresan sus ambiciones de manera efectiva.
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Autor: Fiorella Tagliafico
EL UNIVERSAL
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