El activo más valioso de cualquier empresa son sus empleados. De ahí la importancia de plantearles retos continuamente y procurar que se sientan cómodos. Ahora bien: ¿sabes cómo debe motivar un líder?
A la hora de impulsar un proyecto o negocio, es imprescindible tener en cuenta si resulta estimulante y atractivo para los trabajadores. Si estás al frente de alguna pyme o de algún departamento, sigue estos consejos:
Elige sólo a los más válidos. Para ello, no debes descuidar el talento de tu equipo, hasta el punto de potenciarlo en todo momento: sólo así conseguirás la fidelidad de los mejores profesionales.
Además, en una etapa en la que los recortes de plantilla se han convertido en una estampa habitual, hay que distinguir entre compromiso y miedo a perder al trabajo: no es lo mismo la implicación del profesional que teme ser despedido que la de aquel que realmente siente como suyos los valores corporativos. Por descontado, deberás ofrecer sueldos competitivos.
Creativos, pero realistas. Sin duda, un buen líder debe valorar especialmente los perfiles profesionales más creativos, pero que tengan los pies en el suelo. Asumir riesgos es parte del día a día empresarial, pero hay que saber dónde está el límite entre valentía y temeridad.
Diversifica las tareas. No hay nada peor para un equipo de trabajo que una dinámica repetitiva y rutinaria. Piensa continuamente nuevos retos para tus profesionales: sólo así conseguirás mantener alto su listón de motivación.
Celebra los éxitos, pero no castigues los fracasos. Dicen que Edison necesitó 2.000 intentos para crear la bombilla incandescente. Toma nota de ello: si buscas cabeza de turco ante el fracaso, lo que conseguirás es un equipo temeroso de proponer nuevas ideas y proyectos. Eso sí: si una iniciativa no alcanza resultados esperados, siempre hay que analizar las causas por las que no ha llegado a buen puerto.
No premies a los mediocres. Recompensar a trabajadores gregarios puede echar para atrás a los profesionales realmente válidos: cuidado con los sueldos abultados y los ascensos para quienes no lo merecen.
Sé original a la hora de compensar a los tuyos. Más vacaciones, días libres, un fin de semana pagado, regalos en especie… Todo vale para fomentar la creatividad y el compromiso con la empresa.
¿Necesitas un bólido para ir a comprar el pan? Sabemos que resulta tentador contratar a los trabajadores con un mejor curriculum. Ahora bien: ¿realmente los necesitas? Si te rodeas de empleados sobrecualificados, es posible que te abandonen a la mínima que encuentren un trabajo más acorde con sus capacidades. ¡Cuidado!
Apuesta por la formación. Según el Consejo Superior de Cámaras, sólo la mitad de los profesionales cuenta con una formación adecuada, mientras que 4 de cada 10 aprenden las habilidades que necesitan trabajando.
En cualquier caso, no debes de perder de vista que, por muy bien preparado que esté un empleado, difícilmente tendrá todos los conocimientos precisa. Por eso, ofrecer una formación continuada para tu equipo será la mejor garantía de éxito.
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