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Desmontando mitos sobre el mundo profesional

ProfesionalDesde siempre, disfrutar de un mes consecutivo de vacaciones ha sido visto por casi todos como la garantía de un buen descanso. Lo mismo ocurre con los jóvenes, a los que muchos consideran como los empleados ideales. No obstante, la opinión de los especialistas parece llamada a derribar tópicos.

Para romper una lanza a favor de los damnificados, les resumimos a continuación una serie de afirmaciones que la revista Muy Interesante se ha encargado de tirar por tierra, recurriendo al punto de vista de los expertos.

Los jóvenes no son necesariamente los mejores trabajadores. A veces, tendemos a pensar que los empleados más veteranos son menos ágiles a la hora de adoptar una determinada decisión. Craso error: según un investigador del Instituto Leibniz (Alemania), los trabajadores de edad avanzada procesan los sonidos y las imágenes durante la toma de decisiones a la misma velocidad que sus colegas más jóvenes.

Sólo se les podría reprochar una mayor lentitud a la hora de pulsar el botón durante el test al que fueron sometidos algunos de ellos. Eso sí: los más mayores se equivocaron bastante menos.

Ellos son más propensos a sufrir estrés. Otra leyenda urbana: según un estudio reciente, las trabajadoras que se ven abocadas al mismo nivel de estrés que sus compañeros tienden a adquirir malos hábitos con más facilidad, como adoptar una vida sedentaria, fumar, descuidar la alimentación o consumir demasiada cafeína.

La enfermedades neurodegenerativas afectan a todos por igual. Según la revista American Journal of Industrial Medicine, los banqueros y los granjeros son algunos de los colectivos que más acusan los efectos del Parkinson y el Alzheimer.

Todos los profesionales son igual de felices. ¡Falso!: los arquitectos, los técnicos instaladores, los ingenieros y los científicos son los más inmunes al desánimo.

Vacaciones: el tamaño sí que importa. Esta opinión no es compartida por el psicólogo Dov Even, de la Universidad de Tel Aviv (Israel). Según este especialista, no descansa más quien más días libres tiene, sino quien más los aprovecha. 

La calidad, por lo tanto, supera a la cantidad. De hecho, una de sus investigaciones arroja que podemos llegar a relajarnos lo mismo en un semestre que en una semana (aunque si nos dieran a elegir, esta última opción tendría bastantes menos adeptos).

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Información publicada en: http://www.quecursar.com

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