Esa profunda sensación de agotamiento, frustración que afecta al trabajador es catalogado como burnout o lo que es lo mismo, agotamiento laboral.
Normalmente se reconoce por signos notorios: apatía, falta de "ilusión" ante las tareas a realizar, baja en el rendimiento y la productividad. Cuando el caso es agudo se pueden presentar trastornos a nivel psicológico.
Pero, ¿cuál es el desencadenante de dicha condición? Pueden ser varias las razones. Una compensación inferior a la esperada o merecida, expectativas insatisfechas en cuanto a un aumento salarial, la no concesión de una promoción dentro de la organización.
Cuando la persona experimenta lo que se puede considerar una "injusticia laboral", comienza a acumular frustración tras frustración... al punto de sentir que ha llegado al tope y gritar: "¡No puedo más!".
Su satisfacción como trabajador ha mermado y llegado a niveles ínfimos. Esto afecta su calidad de vida en general. Ansiedad, mal humor, depresión, desgaste emocional, estrés a niveles críticos son parte del cuadro descriptivo de quienes padecen burnout.
El síndrome de "burnout" puede afectar también la vida personal
Reflexionar
Ante la duda sobre si la persona está realmente atrapado en esta profunda desilusión laboral, lo ideal es reflexionar para obtener una respuesta clara.
Para estar seguros de la situación que se enfrenta es vital analizar en calma nuestra relación con el trabajo, nuestro grado o nivel de satisfacción. Debemos saber si realmente las compensaciones recibidas se corresponden con nuestras expectativas, con el esfuerzo en cada tarea de manera sostenida.
Si luego de hacer este análisis con la mente clara, lo más calmados que se puede, la diferencia en muy notoria, entonces posiblemente sí sea víctima del burnout.
Una apreciación errónea puede ser el resultado de una fuerte presión y quizás cansancio. Por lo que tal vez sea el momento de tomar vacaciones, o un año sabático, si es posible. Asimismo, para tener una visión clara de lo que está sucediendo es importante valora el empleo que se tiene actualmente, el entorno donde se desempeña a diario, los compañeros con quienes se interactúa a diario.
Para no "quemarse"
Es preciso valorar las propias expectativas para mejorar, nuestra iniciativa para llevar a cabo nuevos proyectos, las habilidades para el desempeño laboral y reforzar aquellas áreas que estén deficientes. Admitir que se tienen fallas puede ser difícil, pero es de sabios reconocer los errores y corregirlos. Es importante también buscar la forma de integrarse al grupo (si aún no se siente parte de él). Por otro lado, hacer del sitio de trabajo un lugar confortable, lleno de armonía, higiénico. Otra recomendación es dejar en la oficina los asuntos de trabajo y desconectarse una vez que ha terminado la jornada para no afectar la vida familiar.
Tomar en cuenta
- Cuando se padece el síndrome de burnout los síntomas se extienden al resto de las actividades diarias. Pueden manifestarse trastornos psicológicos, emocionales y físicos.
- El estrés y el desasosiego son los principales enemigos de quien se encuentra en tal situación. El trabajo es pilar fundamental del bienestar y progreso tanto personal como de toda la familia. Así, ¿cómo no preocuparse por el hecho de que marche mal, haya discordia?
- Las preocupaciones asedian al trabajador. En casa se muestra desorientado o sobresaltado, con ansiedad.
- Al llegar la noche, el alto nivel de estrés lo hace presa del insomnio precisamente cuando más quiere y necesita descansar.
- Finalmente, se agudiza la susceptibilidad, puede sobrevenir la rabia o la agresividad, lo cual termina por afectar de manera dramática las relaciones interpersonales.
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